Política

¿Nada más Kamala? ¿Y el gran talento de los demás?

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La despedida no aconteció en el mejor momento porque el hombre estuvo arrastrando los pies: se emperró en seguir en la carrera, se desentendió de la realidad, desconoció las cifras de las encuestas y hasta se fusionó con su directo competidor, el inefable magnate Donald Trump, en la muy extraña disposición a no aceptar datos y evidencias.

Al final, sometido a la presión de sus correligionarios —decenas de representantes, tanto en la Cámara Baja como en el Senado, y otros santones del Partido Demócrata (éstos no tan abiertamente contrarios pero murmuradores en corto de su descontento)—, tomó una decisión que no deja de engrandecerlo, después de todo, siendo que los personajes de la vida pública suelen, en su mayoría, atender sus muy personalísimos provechos antes que servir los intereses superiores de la nación.

O sea, que hay todavía esperanza, una probabilidad, no enteramente menor, de que The Donald no se apoltrone de nuevo en la silla presidencial.

El tema con Kamala Harris, por lo pronto, es que parecería un mero retazo del imperio de Biden, más allá de que a los votantes no les entusiasme demasiado su persona. Y, otra cosa, sobre todo: en las filas del partido que resiste los embates de los Republicanos sobra el talento, así sea que algunos posibles aspirantes decidan no saltar ahora a la palestra por tener la mirada puesta en las elecciones presidenciales de 2028.

El hecho de contar con tan rica reserva de contendientes no deja de ser sorprendente luego de constatar lo flaca que estaba la caballada (recurriendo, con perdón, a una de las más sabrosas expresiones de nuestros clásicos): un anciano balbuceante y confuso y, del otro lado, un ochentón –o casi (78 añitos)– de mucho peor calaña.

Sería una gran cosa que los adalides del Partido Demócrata decidieran celebrar unas elecciones abiertas entre su propia gente. El proceso, a pesar del apresuramiento al que obligan las circunstancias, pondría bajo la luz de los reflectores a personas de enorme calibre y eso, en sí mismo, despertaría el interés de los ciudadanos: ahí están Pete Buttigieg, Gavin Newsom, Josh Shapiro, Gretchen Whitmer (una de las mejor posicionadas, aunque ya avisó que su primer propósito es seguir gobernando Michigan), Gina Raimondo y la propia Kamala Harris.

Pero, los partidos políticos operan a su manera y lo que podría ser una ejemplar fiesta democrática se volverá, tal vez, una oportunidad perdida.

Mientras tanto, Trump sigue ahí…


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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • revueltas@mac.com
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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