Política

¿Nos quedamos entonces encerrados en casa?

Salimos de casa por la mañanas con la mínima confianza de que vamos a poder volver. No es una certeza absoluta —no puede serlo—, sino una presunción que nos ayuda meramente a tramitar la realidad de la existencia cotidiana. Si lo posible no es lo probable, entonces contamos con las seguridades necesarias para emprender sosegadamente el vuelo, por así decirlo. Y miren ustedes que la alcaldesa de Matamoros avisó a sus vecinos de que no debían aventurarse en las peligrosas calles de su ciudad. Pues, justamente, la perspectiva de no retornar ya jamás a la morada está siempre ahí, a la vuelta de la esquina, con o sin sicarios, con o sin atracadores, aunque en algunos lugares el riesgo sea mucho mayor. Nunca sabremos si nos habrá de partir un rayo. A Esquilo, dramaturgo griego, el oráculo le vaticinó que moriría aplastado por una casa; el hombre se tomó tan en serio el augurio que se fue a vivir al campo; resultó que le partió el cráneo una caparazón de tortuga soltada desde las alturas por un buitre de los llamados “quebrantahuesos” (Gypaetus barbatus).

Acabo de conocer a una persona que iba andando tranquilamente rumbo al trabajo y un coche, conducido por un distraído irresponsable (a lo mejor tecleaba textos en el teléfono móvil), la embistió por detrás y la mandó al hospital: meses enteros de terapias y rehabilitaciones. En algunas de nuestras ciudades, sin embargo, la fatalidad no te acecha como una perspectiva remota sino que hay un riesgo mayor, bien concreto y bien medible. Y, por desgracia, en muchos puntos del territorio nacional se han descompuesto a tal grado las cosas que es imposible aspirar a una vida de simple normalidad. ¿Cómo hemos llegado a esos extremos? Muy simple, señoras y señores: nos acomodamos, durante decenios enteros, a la idea de que ciertos niveles de corrupción podían ser parte del paisaje nacional. Hoy, nos despertamos y nos preguntamos, de pronto, qué clase de país es éste. Es un lugar, con perdón, de certezas menguantes donde nos aconsejan no salir ya de casa.

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Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • revueltas@mac.com
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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