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San Fernando: el alma de México en un retén

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El periodismo mexicano del siglo XX no puede entenderse sin la guerra contra el narco que inició el ex presidente Felipe Calderón. El oficio ha estado marcado, desde 2006 a la fecha, por una violencia creciente. No solo por los asesinatos de periodistas —144 desde ese año hasta ahora, según la ONG Artículo 19—, sino por los esfuerzos para encontrar las formas adecuadas de contar la realidad de un país que se desmorona a diario.

Mi generación creció pensando que la única forma de ser un “periodista de verdad” era hablando de muertes y desapariciones. En 2008, a los 24 años, me enviaron de un periódico capitalino a “buscar historias” tras la explosión de dos granadas en el centro de Morelia en el Grito de Independencia, por las cuales murieron siete personas y 132 quedaron con lesiones graves. En ese momento me pareció una cobertura épica: entrar a hospitales, mostrar a niños terriblemente heridos, entrevistar a padres que acababan de perder a un hijo, ir a funerales, conseguir fotos de los asesinados. En realidad, fue absurda y revictimizante. Hemos aprendido cosas a lo largo del camino, gracias a algunos pocos faros que han encontrado —con errores y aciertos— cómo contar esas historias desde un lugar de respeto hacia la audiencia y las víctimas.

Uno de esos faros ha sido la periodista Marcela Turati. Su trayectoria es conocida, pero su libro más reciente, San Fernando: última parada, lo confirma. Es un documento ya histórico sobre el agujero negro que ha sido Tamaulipas en general, y particularmente la zona de fosas clandestinas de San Fernando. Es un relato coral, compuesto de centenares de voces, entrevistas, documentos, que explican la pesadilla impune de lo que ahí sucedió y sigue sucediendo. Es un libro completo y bien escrito, pero complejo: es difícil describir ese horror sin conmocionar al lector. No es, sin embargo, sádico. Al contrario: cuenta desde las personas la espiral violenta y triste que ha sido vivir en México en estos años, pero también las historias de supervivencia y tesón.

“Es una historia de injusticia tras injusticia, de cómo operó el sistema de justicia mexicano, pero también de las claves sobre las desapariciones, la crisis forense y de lo que hay que cambiar (…) Porque este libro habla de San Fernando, pero también es Zacatecas o Michoacán o cualquier otro lado de México”, dijo Turati en entrevista con Luisa Cantú y Luciana Wainer en Qué chilangos pasa, de Radio Chilango.

Es un documento construido a lo largo de 12 años y muy necesario para estos momentos, cuando parece que la sociedad mexicana está anestesiada ante las injusticias y la falta de resultados del Estado para proporcionarnos paz. Es también, para el periodismo, un camino que muestra cómo poder contar la realidad aportando conocimiento, información y contexto, pero sobre todo un poco de corazón. Casi 17 años después del inicio de esta guerra, quizá es lo que más necesitamos.

En el prólogo, Turati señala que después de su primera cobertura en San Fernando, en 2011, le preguntaron cómo le había ido. Su respuesta fue: “Mi alma se quedó en un retén. No ha llegado”. Probablemente el alma de todo nuestro país siga en un retén. Habrá que seguir buscando que llegue.


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Mael Vallejo
  • Mael Vallejo
  • Mael Vallejo es periodista. Director de estrategia digital de N+. Su columna se publica cada 15 días (viernes).
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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