¿Estamos mejor ahora que en el sexenio anterior?
El primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum lleva a la reflexión entre lo que hizo AMLO y lo que está realizando ella.
¿Cómo se construye un segundo piso cuando el primero dejó pilares que se tambalean por exceso de corrupción y confabulación con el crimen organizado?
¿Es posible? ¿Se pueden recuperar las bases que fueron pervertidas por propios fundadores?
Las interrogantes son muchas.
Pregunté a representantes de la oposición y de Morena si ven un cambio entre Sheinbaum y Andrés Manuel.
La respuesta es afirmativa. Y lo es en un sentido positivo.
Hablaron de una mejor estrategia de seguridad; de mayor diálogo y respeto de la investidura; de una visión no solo nacional sino internacional; de una sacudida a la delincuencia enquistada en su propio partido, como en los casos de Tamaulipas (que involucra a la Semar) y Tabasco (que implica al ex secretario de Adán Augusto López, Hernán Bermúdez Requena).
También aseguraron que una cosa es lo que puede decir y otra lo que quiere hacer. Las presiones son fuertes.
Las mafias que operan desde el fondo del movimiento son reales. “Apenas jala un poco por acá y respingan allá (ya sabes dónde)”, me indicó un miembro de la llamada cuarta transformación.
En su discurso del fin de semana, en el Zócalo capitalino, la mandataria lanzó un guiño a su antecesor: “Es la herencia de un hombre honesto y profundamente comprometido con su pueblo, el presidente López Obrador”.
Sin embargo, también mandó un mensaje: “En este México nuevo la honestidad no es la excepción, es la regla. Y quien traicione al pueblo, quien robe al pueblo enfrenta la justicia”.
En la administración pasada se llevó a cabo el atraco del siglo, a través de lo que conocemos como huachicol fiscal (varias personas aseguran que es el más grande de la historia).
Esa estructura fue confeccionada y operada desde el Ejecutivo federal, cuando su titular era Andrés Manuel López Obrador. Desde dentro, desde la entraña del máximo poder.
No está fácil enfrentarlo. Pero se puede y se debe. Comienza el segundo año.
Aquí entre nos
Dejen ustedes la retroactividad, ¡la suspensión! Atentos. Finalmente llegó a San Lázaro la minuta de reforma a la Ley de Amparo y se discutirá en estos días.