La del 2 de octubre en los hechos ha pasado a ser una conmemoración más que protesta, pues han pasado ya 57 años de los hechos ocurridos en Ciudad de México, que dieron origen a las manifestaciones, y a ese respecto, ya no hay nada qué reclamar. Pero se ha desvirtuado por completo el motivo, y ahora pareciera que la concentración de gente en la calle en esta fecha sólo fuera el pretexto para delinquir, para afectar edificios públicos y dañar e incluso destruir establecimientos comerciales, como ocurrió en la capital mexiquense con un café ubicado en calles céntricas, de lo que existen testimonios en video.
Ya tiene dos asuntos importantes qué atender el alcalde de Toluca, pues mientras sus “muchachitos” se dedicaban a golpear y reprimir a los periodistas, los manifestantes se dedicaban a dañar edificios públicos y establecimientos comerciales.
Además de los daños causados por los manifestantes, que constituyen el delito de Daño en los Bienes, deberá poner en orden a sus policías municipales quienes incurrieron en actos violentos contra periodistas que cubrían la manifestación. Además de cometer actos contra la Libertad de Expresión, golpearon periodistas y a varios les dañaron sus equipos fotográficos y teléfonos, por lo que quedó en evidencia que no hay mandos ni elementos preparados en la corporación policiaca.
Para explicar lo que pasó se utilizaron algunas palabras como “falta de protocolos” pero la verdad es que son palabras muy elegantes para definir a un grupo de uniformados que no tienen claro cuál es su función en estos casos, y por supuesto que tampoco les han dicho cómo debe ser su relación con la prensa.
“Los enemigos son los delincuentes, no los periodistas, que sólo se dedican a hacer su trabajo”, fue un comentario hecho por decenas de trabajadores de los medios de comunicación, con respecto a lo que pasó. En el marco de una gira de trabajo el viernes tres, incluso grabaron un video que se puso a circular en medios y en redes sociales donde exigen al alcalde que dé la cara y actúe contra los responsables de la agresión.
Otro tema municipal es que en Metepec, Fernando Flores Fernández, alcalde de Metepec, ya identificó a la empresa a la que le concesionaron el mantenimiento de vías principales desde antes de que él entrara al cargo, y a pesar de que esa concesión fue por 13 mil millones de pesos, la citada empresa no ha hecho nada de lo que es su obligación, por lo que ya tomó cartas en el asunto y pidió que ya cumpla. Discreto, Fernando Flores se había negado a dar nombres de quién había otorgado la concesión, pero luego de una entrevista, un colaborador de la ex alcaldesa Gabriela Gamboa pegó el brinco y se puso a querer contradecir al alcalde. Como dicen los clásicos: “solito se cayó del tendedero”…
En otras cosas, la “Reforma a la Ley de Amparo” es un tema que para una gran cantidad de ciudadanos, en especial aquellos relacionados con asuntos de carácter legal, sigue en veremos. A pesar de que desde la semana pasada la cámara de senadores aprobó la iniciativa, y se supone que ya fue enviada a la cámara de diputados, sigue detenida.
Una razón podría ser la nueva necedad u ocurrencia -llámele como quiera- del senador morenista Manuel Huerta, quien siguiendo instrucciones de una funcionaria federal propuso que se incluyera un párrafo que declarara retroactiva la nueva ley. La aplanadora morenista aprobó la propuesta y toda la reforma, pero la Presidenta Claudia Sheinbaum puso en evidencia esta aberración y lo dijo muy claro: la retroactividad violaría el artículo 14 de la Constitución, y eso no puede ser. Así que la susodicha “reforma” se quedó en veremos…
Nos leemos.