Hay historias inventadas por funcionarios públicos que merecerían un premio. Por su inventiva, por su creatividad.
La fiscalía de Alejandro Gertz logró la vinculación a proceso de Jorge Antonio Sánchez Ortega como presunto segundo tirador en el caso Colosio. A muy pocos personajes se investigó, de parte de las cuatro fiscalías especiales, como a Sánchez Ortega y nunca se encontró nada. Pero, por favor, faltaba la de Gertz y su equipo. Uno, solo uno de los problemas para implicar a Sánchez Ortega, es que no aparece en los videos del mitin. Y varios testigos lo ubican a unos 100 metros del asesinato. Va esta joya.
La única nueva “prueba” por la que el juez lo vinculó a proceso es un dictamen de dos peritos —no se rían— que descubren por qué Sánchez Ortega no aparece.
“Puede influir la preparación y adiestramiento táctico, ya que Jorge Antonio Sánchez Ortega, siendo agente federal del Cisen, tenía la destreza, capacitación y conocimientos suficientes para escabullirse entre la gente en eventos masivos y con la habilidad para pasar desapercibido entre la multitud, no solo por seguridad sino también para ejecutar tareas de inteligencia propias de su encargo, lo cual le podría haber facilitado su acercamiento natural y estratégico hacia su objetivo, franqueando los anillos de seguridad, aunado al hecho de que los estudios criminalísticos situaron al agresor de pie, en semiflexión frontal o ligeramente lateral a la izquierda en relación con la víctima, lo que robustece la dificultad de ser captado en la grabación que se hizo desde un ángulo superior".
Pues sí. Sánchez Ortega se escabulló, todo indica que en posición semiflexionada; en español: agachado. Yo creo, la verdad, que se iba arrastrando. Y ya ahí, sin que lo viera nadie, menos que lo captara una cámara, después de que Aburto mata a Colosio con un disparo en la cabeza, el candidato cae a lado de Sánchez Ortega, “semiflexionado”, en el piso y ahí le dispara en el vientre.
Luego, por supuesto, Sánchez Ortega se “escabulle”, seguramente arrastrándose entre la gente que huye, por eso nadie lo ve ni sale en ningún video. Gertz, sus fiscales, sus peritos, unos genios. Gracias.
Ahora entiendo por qué cuando asesinaron a Colosio sonaba “La culebra”:
Yo grité / “ay, la culebra”. / Y yo grité / “ay, la culebra”. / La gente salió huyendo, / mirándome enojados. / Toditos asustados comenzaron a gritar/ “huye, José”.
Entiendo que la FGR ya ha pedido a la Banda Machos que cambie el último nombre por Jorge –el que en verdad huyó—, no José.
