Cada vez está más cerca el final de “Amanecer”, sigo fiel a mi promesa de no perderme ni una sola escena y no quepo en mí de la emoción.
Más allá de lo obvio como los besos, las cachetadas y todo eso, aquí se están diciendo cosas importantes, cosas sociales, cosas mucho muy fuertes.
¿En qué otra telenovela había visto usted que nos hablaran de feminicidios, de desapariciones forzadas, de abuso sexual infantil, de ataques con ácido, de incestos y de adicciones entre muchos, muchísimos otros conflictos como de noticiario estelar?
Lo impresionante (y es ahí donde yo quiero ir a colgarle una medalla a Juan Osorio, a su magnífico ejército de escritoras y de escritores, y a sus directoras y directores área por área) es la forma.
Este equipo de producción está contando historias duras pero las está contando con una elegancia digna de “La rosa de Guadalupe”, de Las Estrellas, de TelevisaUnivision.
La próxima vez que vengan y le digan que las telenovelas mexicanas siguen siendo como en los tiempos de “María la del barrio”, por favor, acláreles la verdad.
Esto ya cambió, sigue funcionando a nivel nacional e internacional y, lo más valioso de todo: orienta.
La última vez que tuve el honor de charlar por teléfono con la maestra Delia Fiallo, la autora de la historia original en la que está basada este éxito, hablamos del perdón.
Una de las más grandes constantes en la obra de esta prodigiosa autora cubana fallecida en 2021 es el perdón. A ella le interesaba mucho el perdón y me contó que, gracias a eso, había recibido el reconocimiento de entidades muy poderosas en el mundo de la religión.
Veo, con profunda emoción, que las adaptadoras y los adaptadores de “Amanecer” entendieron esto y, entre aplicación de la justicia y aplicación de la justicia, nos están mandando increíbles mensajes de perdón.
En los últimos capítulos de esta joya, el perdón ha estado muy presente y eso se agradece. Si supiéramos perdonar, nuestro mundo se movería de otra manera como la mismísima Alba.
Amo la manera como esta creación actoral de Livia Brito ha tomado las riendas de “Amanecer” salvando hasta a Leonel (Fernando Colunga).
Pocos detalles pudieron haber sido más humanos que verla a ella embarazada, humillada y atormentada llevándole comida a Leonel y a su familia en momentos de alta dificultad.
Para las escritoras y los escritores hubiera podido ser muy fácil olvidar estos detalles. Para Livia hubiera podido ser muy fácil actuar en automático.
¡No! Todas y todos se lo tomaron muy en serio y el resultado fue una escena magistral que incluyó un beso exquisito totalmente inesperado y que nos ayudó a entender que el amor no sólo es placer. El amor es compromiso.
¿Qué piensa usted de todo lo que ha estado pasando en este melodrama seriado? Entre Atocha (Ana Belena), Covadonga (Blanca Guerra) y Amapola (Catherine Siachoque) me van a volver loco.
Las escenas de odio de Atocha con Leonel y Sebastián (Daniel Elbittar) han estado de antología, el giro que ha tomado lo de Covadonga y su participación en el asesinato de Carla (María Espinoza Stransky) se pone cada vez más cardiaco.
Pero lo que Amapola quiere hacer con el feto del bebé que espera Alba sí está como de la película “La maldición de la bruja”. ¡Enorme!
Luche con todas sus fuerzas por seguir viendo “Amanecer” en Las Estrellas, VIX o Univision. Cada vez está más cerca el final. Le va a gustar. De veras que sí.
