Ésta es una noticia mucho muy importante: hoy viernes 21 de noviembre se estrena, en PrimeVideo, la nueva película de “31 minutos”.
Se llama “Calurosa Navidad”, yo ya la vi completa y le juro que es la cosa más creativa, más divertida, del momento.
Ojo: parece una película de Navidad pero es mucho más que una película de Navidad. Es un acontecimiento glorioso lleno de aportaciones.
Quiero que me jure que no se la va a perder. Quiero que me garantice que la va a ver. En serio: esto es sensacional, familiar, chistosísimo, imperdible.
Vámonos por partes para que me entienda: “31 minutos” es una de las mejores series de televisión de todos los tiempos, una maravillosa producción chilena de principios de los años 2000 que millones de personas gozamos en México a través de Canal Once.
“31 minutos” era, palabras más, palabras menos, un “show” de títeres que se burlaba de los medios de comunicación y de su impacto social.
Nació como algo muy humilde, con calcetines. Marcó a toda una generación. Y se convirtió en un objeto de culto tan, tan, pero tan grande que llegó a las salas cinematográficas en 2008 y hasta tuvo su propia exposición en el Museo Franz Mayer con llenos totales de principio a fin.
¿Sabe usted lo que representa que hoy, en pleno 2025, los genios detrás de este programa regresen con una nueva película? ¡Es un “noticiononón”!
Hablemos de “31 minutos: calurosa Navidad”. Obvio, no le voy a contar detalles para no arruinarle la fiesta pero le voy a confesar algo:
Pocas cosas me pueden dar más flojera en la vida que las películas de Navidad. Todas tratan de lo mismo. Son nefastas. No puedo con ellas.
Por tanto, son pocas, realmente muy pocas las que merecen ser recomendadas.
“31 minutos: calurosa Navidad” no sólo merece ser recomendada. Tiene que ser una obligación.
¿Por qué? Porque le da la vuelta a todos los lugares comunes de las películas de Navidad. Nada que ver con nada que usted haya visto en su vida.
Por lo mismo, cuando uno la está mirando, va de sorpresa en sorpresa. Cuando uno piensa que la cosa se va a ir por un lado, ¡zaz!, se va por el otro.
Y como “31 minutos” es una serie que se burla de los medios de comunicación, imagínese usted, por favor, la manera como se burla de los especiales navideños.
La historia es un prodigio tan innovador que hasta la mismísima Julieta Venegas aceptó participar en una secuencia musical francamente memorable.
Cuando le digo que “31 minutos: calurosa Navidad” está llena de aportaciones, no estoy exagerando. Es una realidad.
Tan sólo desde la perspectiva musical, no hay manera de ver esto y de no querer el “playlist”, de no querer el disco, de no querer aprenderse las canciones para dejar de cantar lo mismo de siempre en estas fechas.
Y si nos vamos a la parte de los títeres, no vamos a acabar jamás. A ojo de buen cubero, salen decenas, cientos de “puppets”, haciendo montones y montones de tareas escénicas al mismo tiempo.
Cero efectos digitales. Guillermo de Toro amaría este filme cuya mayor virtud está en la congruencia editorial.
“31 minutos: calurosa Navidad” es exactamente lo que los fans que conocieron la serie hace más de 20 años soñaban con ver.
Nada de que se traicionó. Nada de que se quiso sentir “muy muy” y terminó ofreciéndonos una desgracia tal y como está pasando con tantísimos conceptos del pasado que se quisieron pasar de listos y que acabaron decepcionando a las multitudes.
“31 minutos: calurosa Navidad” tiene la misma inteligencia y el mismo sentido del humor de “31 minutos”, pero con las posibilidades técnicas que da el respaldo de una plataforma global como PrimeVideo.
Se lo voy a decir con todas sus letras: “31 minutos: calurosa Navidad” será para Chile lo que “Mentiras, la serie” para México en la historia de este sistema de creación y distribución de contenidos en línea. ¿Apostamos?
No se espere a la Navidad. Luche con todas sus fuerzas por ver ya, ya, pero ya “31 minutos: calurosa Navidad” en PrimerVideo. Le va a gustar. De veras que sí.
