Internacional
  • La jugada maestra de Fidel Castro: el embajador gringo que espío en Bolivia

Fidel Castro y espionaje: así fue como un embajador de EU lo ayudó | Especial/Portada

Un hombre brillante infiltró la burocracia de Estados Unidos para servir al gobierno cubano. Recorrió Argentina, Bolivia, México. Hoy cumple una condena en Miami por cargos de traición.

DOMINGA.– Este es uno de los escándalos de espionaje más controvertidos del siglo. Un colombiano de nacimiento, naturalizado estadounidense, se sentó en las mesas más codiciadas de Washington. Víctor Manuel Rocha era un diplomático de carrera aparentemente intachable que, a la vez, trabajaba para la inteligencia cubana. El dilema concluyó con una condena de 15 años en una prisión federal de Miami.

Entonces eran tiempos en que todo el mundo hablaba conmocionado por el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York. Nacía el siglo XXI con la historia de Osama Bin Laden, los talibanes y los ataques terroristas. Los noticieros en todas las latitudes mostraban una y otra vez las imágenes de hombres armados con turbantes y de los aviones que colisionaron en el World Trade Center.

Un hombre brillante infiltró la burocracia de Estados Unidos para servir al gobierno cubano. Recorrió Argentina, Bolivia, México. Hoy cumple una condena.
Torres Gemelas vistas desde Brooklyn después de que dos aviones se estrellaran el 11 septiembre de 2001 | NOTIMEX/JUAN VIGNOLES

Un año después, en el corazón de América del Sur, se convocaba a elecciones generales en las que el entonces embajador de Estados Unidos, Víctor Manuel Rocha, se refirió a quien años más tarde sería el presidente de Bolivia: “Evo Morales es el Bin Laden andino y los cocaleros [que cultivan la hoja de coca] son los talibanes”.

Bolivia pedía un cambio político radical a inicios del siglo, buscando transitar de un régimen de derechas por más de 20 años a una administración de izquierdas. La tradición política boliviana le daba un lugar privilegiado a la embajada estadounidense. Por supuesto, los medios de comunicación le brindaban a esa representación diplomática la mayor cantidad de micrófonos y titulares posibles.

Este es un ‘aprox’ a la historia de Víctor Manuel Rocha, un diplomático egresado de Yale, Harvard y Georgetown que fue exembajador en Bolivia. En su momento Evo Morales, en una pugna abierta contra la embajada de Estados Unidos en el país andino, calificó a Rocha como “su principal jefe de campaña”, amparándose en el rechazo que generaba la intervención extranjera, particularmente estadounidense, en la política boliviana.


La lógica de Evo planteaba una hipótesis directa: si Estados Unidos me ataca, el pueblo boliviano me apoyará en mayor grado.

En esa línea de tiempo, el diplomático llevaba años actuando en secreto como agente cubano, recopilando información de inteligencia en contra de Estados Unidos. “Pensó que la historia de su misión [...] nunca sería contada porque tenía la inteligencia, el conocimiento y la disciplina para no ser detectado nunca”, señaló el fiscal federal Markenzy Lapointe para el Distrito Sur de Florida.

Pero Rocha, el brillante, cayó. Subestimó las habilidades de los “fiscales y agentes del orden público que trabajaron incansablemente para llevarlo ante la justicia por traicionar su juramento a este país”.

Un hombre brillante infiltró la burocracia de Estados Unidos para servir al gobierno cubano. Recorrió Argentina, Bolivia, México. Hoy cumple una condena.
Nació en Colombia pero Víctor Manuel Rocha es estadounidense desde sus 28 años | EFE

La carrera de Manuel Rocha, peldaño a peldaño

Aunque nació en Colombia en 1950, Víctor Manuel Rocha es estadounidense desde sus 28 años. De familia migrante y trabajadora, creció en los alrededores del Alto Manhattan y se matriculó en escuelas de prestigio, siendo beneficiario de distintas becas por su excelencia. Las universidades de Yale, Harvard y Georgetown forman parte de la extensa lista de instituciones en las que se formó.

En todas, Rocha sobresalió por sus altas capacidades intelectuales, deportivas y artísticas. En Georgetown, escuela reconocida como la antesala para la élite de la administración pública estadounidense, se graduó de la maestría en Ciencias en Servicio Exterior en 1978, año en el que se naturalizó como ciudadano del país del norte.

En 1981, se incorporó oficialmente al Departamento de Estado. Un año más tarde recibió funciones en Santo Domingo, República Dominicana, donde permaneció más de dos años, hasta 1985, como Oficial Político de su embajada.


Al cabo de dos años, la diplomacia le marcó un nuevo destino: Tegucigalpa, Honduras, donde tuvo una estancia bianual como oficial de Asuntos Políticos y Militares de Estados Unidos. Su siguiente misión fue en Ciudad de México, primer secretario de la embajada estadounidense en esta nación, hasta finales de 1991, cuando aún gobernaba Carlos Salinas de Gortari. Conocido amigo de Fidel Castro y Bill Clinton. Casi de inmediato regresó a Santo Domingo hasta 1994, esta vez con un rango mayor.

A su retorno a Washington trabajó durante un año como director de asuntos interamericanos del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, cartera en la que se acercó específicamente a la diplomacia con Cuba. Ahí empezaría todo.

Un hombre brillante infiltró la burocracia de Estados Unidos para servir al gobierno cubano. Recorrió Argentina, Bolivia, México. Hoy cumple una condena.
Imagen de la sede central del FBI | REUTERS/Kevin Lamarque

Asumió el cargo de subdirector de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en la Embajada de Suiza en La Habana, en 1995. La representación suiza era el techo institucional que la Unión Americana ocupó en la isla, luego de la ruptura diplomática entre estos dos países y de un embargo comercial o lo que se llama desde las izquierdas: “el bloqueo”. Vivió en La Habana como el segundo diplomático estadounidense de mayor rango en el territorio.

Los noventa fueron años difíciles para las cubanas y los cubanos, quienes afrontaron una severa crisis económica luego de la disolución de la Unión Soviética. La mayor cantidad de acuerdos bilaterales se desvanecieron y el bloqueo económico por parte de Estados Unidos empezó a sentirse a fondo en la vida cotidiana.


Cortes de suministro de energía, escasez de alimentos y medicamentos y consecuente racionamiento de productos de la canasta básica familiar, se combinaron con grandes impulsos emigratorios. Y paralelamente, en Miami, crecía la comunidad cubana. Los “gusanos”, como denominó el castrismo a quienes salieron de la isla luego del fin de la dictadura de Fulgencio Batista, se constituyeron en la mayor oposición al comunismo cubano.

Aterrizaje en Sudamérica: de Argentina a la embajada en Bolivia

Luego de más de dos años en Cuba, enviaron a Víctor Manuel Rocha a Sudamérica. Su primera parada fue Buenos Aires, durante dos años, como el segundo a bordo en la embajada estadounidense, hasta 1999. Presidida por Carlos Menen, la Argentina atravesaba una fuerte crisis económica marcada por la recesión de fin de aquella década.

Con toda la experiencia que cargaba, en el año 2000, Bill Clinton lo nombró embajador en Bolivia, el nombramiento de mayor jerarquía en su carrera. Rocha vivió en La Paz, la sede de gobierno, por algo más de dos años. Durante su estadía, en 2002, Bolivia celebró elecciones generales. Por supuesto que los partidos de derecha y los medios de comunicación otorgaban una gran importancia a la voz oficial de la embajada de la Unión Americana. Su estancia en Los Andes coincidió con el encumbramiento del joven líder campesino y sindical Evo Morales.

Un hombre brillante infiltró la burocracia de Estados Unidos para servir al gobierno cubano. Recorrió Argentina, Bolivia, México. Hoy cumple una condena.
'Our Brand is Crisis' está basada en un documental homónimo de 2005 | Especial


Rocha observaba que en la región algunas cosas empezaban a cambiar. Por ejemplo, Hugo Chávez asumió la presidencia de Venezuela en 1999 luego de ganar abrumadoramente las elecciones. Un poco más tarde, en 2003, Luis Inácio Lula da Silva se hizo de la primera magistratura brasileña. El mismo año, Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada de Argentina.

¿Para quién operó Rocha en Bolivia?

En Bolivia las protestas sociales desde diversos sectores populares eran cada vez más asiduas y el agotamiento del modelo neoliberal evidente. La presidencia del ultraderechista Jorge Tuto Quiroga –quien sustituyó al dictador Hugo Banzer Suárez, luego de que abandonara la presidencia por su deteriorada salud– fue central para la coordinación de las dirigencias sociales de diversos tipos.

George Clooney produjo Our Brand is Crisis en 2015, la película protagonizada por la estelar Sandra Bullock. En esta cinta de ficción, basada en un documental homónimo de 2005, se retrata el clima político electoral boliviano de aquel 2002. En resumen, la película sigue al candidato afín al régimen, Gonzalo Sánchez de Lozada Goni, un político boliviano que ya en los noventa había presidido el país, cuyo rasgo más característico fue su marcado acento estadounidense.



Las encuestas situaban peleando la punta a los candidatos de la derecha, Manfred Reyes Villa y Sánchez de Lozada, mientras que atrás, muy por debajo del 5%, quedaba Evo Morales. Con sólo 42 años, Morales cimentaba su discurso político en un antimperialismo galopante, al punto de denunciar un plan de Estados Unidos en su contra. Evo había sido víctima de detenciones arbitrarias, no una sino muchas veces –se le veía como El Lula boliviano–, y había tenido enfrentamientos contra agentes de la DEA.

Pero muy cerca de la jornada electoral, el embajador Rocha hizo más de una declaración pública –sin referirse a Evo por su nombre–, poniéndolo bajo los reflectores. “Quiero recordar al electorado boliviano que si votan por aquellos que quieren que Bolivia vuelva a exportar cocaína, eso pondrá en serio peligro cualquier ayuda futura por parte de Estados Unidos”, dijo en un discurso.

Podría inferirse que ésta y otras alocuciones públicas fueron planificadas para hacer énfasis en la sed de soberanía de las y los votantes.

Un hombre brillante infiltró la burocracia de Estados Unidos para servir al gobierno cubano. Recorrió Argentina, Bolivia, México. Hoy cumple una condena.
Rocha respetaba a Fidel Castro y consideraba a Estados Unidos como el enemigo, según las acusaciones en su contra | EFE/Alejandro Ernesto

En otra ocasión, invitó a los bolivianos a ejercer su derecho al voto, por cualquiera de las opciones, menos por Evo.

Una costumbre y una tarea de las representaciones diplomáticas es generar espacios de confianza con actores locales con el objetivo de garantizar los objetivos de los países a los que representan. Rocha, en este sentido, era un asiduo anfitrión de elegantes comidas y cenas en su residencia, en las que todos los invitados creían formar parte del petit comité apreciado por Estados Unidos.

Un periodista, Robert Brockmann, relató en una entrevista que fue invitado junto a otros colegas suyos a una de esas cenas en las que Rocha intentó explicar que sus declaraciones fueron bien intencionadas y no buscaban catapultar a Morales.


“Ninguno de los presentes se tragó la explicación. Todos atribuimos la gigantesca metida de pata a la tosquedad de un embajador que se apellida como cualquier cochabambino y tendríamos que apañar las consecuencias”, dijo Brockman, dejando entrever sus afinidades políticas a la vez que deslizó su desprecio por el apellido latino del embajador.

El desenlace electoral oficial dio como ganador a Sánchez de Lozada con algo más del 22% de los votos, seguido de manera sorpresiva por Evo que acumuló un tanto más del 21% de las preferencias. Como en el México de 2006 –Calderón versus Obrador–, a los adversarios los separaba alrededor del uno por ciento. En tercer lugar, quedó Reyes Villa.

Años más tarde, Morales llegó a la presidencia justo en 2006, entonces hubo fuertes versiones en torno a que en 2002 el triunfo le fue robado, mediante un fraude electoral.

No es un secreto que Evo Morales fue uno de los presidentes latinoamericanos más amigos de Cuba. Con la llegada de la izquierda al poder en Bolivia, se completó un mapa regional como nunca antes, donde efectivamente Cuba recobró protagonismo internacional. Al parecer Rocha algo tuvo que ver con ello: en nuestras tierras, cuando los gringos critican, muchas veces ayudan.

Manuel Rocha: de diplomático jubilado a preso en Miami por espionaje

En 2003 Rocha volvió a Estados Unidos, prosiguió con funciones en la burocracia de su país y también asumió tareas en el ámbito privado, por ejemplo, en los negocios internacionales. Veinte años después, en diciembre de 2023, el embajador fue detenido por el FBI en Miami, Florida, para enfrentar cargos vinculados a “promover los intereses cubanos”, según los medios de comunicación. Fue sentenciado a 15 años de prisión y hoy cumple condena en una prisión federal.

Un hombre brillante infiltró la burocracia de Estados Unidos para servir al gobierno cubano. Recorrió Argentina, Bolivia, México. Hoy cumple una condena.
Víctor Manuel Rocha llegó a un acuerdo de culpabilidad con Estados Unidos | Departamento de Justicia/AP

Lo que se sabe de Rocha antes de ser detenido es que pertenecía a círculos muy selectos en Florida. Su experiencia en la diplomacia combinada con la alta formación académica que ostentaba lo hacían un personaje interesante. Según algunos medios, no dudó en mostrar su afinidad con Donald Trump. Las fuentes dicen que Manuel solía salir de Estados Unidos y que también hizo uso de un pasaporte extranjero.

En la información pública no hay consenso sobre el momento en el que nacen las sospechas en su contra. Un excolega suyo del Departamento de Estado mencionó ante un medio que ya en los ochenta sospechaba de su superior.

Pero, fue hasta 2022 que un agente encubierto del FBI, fingiendo ser parte de la inteligencia cubana, se puso en contacto con él. Luego de múltiples encuentros, el agente reunió los elementos para la acusación formal contra Rocha.

Lo detuvieron en noviembre de 2023 en Miami. Pocos meses después, en febrero de 2024, se hizo público que la justicia y el acusado llegaron a un acuerdo de culpabilidad. “Asumo toda la responsabilidad”, dijo Rocha en la audiencia en la que aceptó haber trabajado como agente ilegal de otro país sin avisar al gobierno de Estados Unidos.


Se le acusó además de violar la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, fraude electrónico y hacer declaraciones falsas para obtener un pasaporte estadounidense.

Para cerrar: ¿y la inteligencia cubana?

Víctor Manuel Rocha llegó a un acuerdo de culpabilidad con Estados Unidos. Un extenso comunicado de la justicia estadounidense expone muchos detalles de este caso: “Rocha admitió que, desde 1973 y hasta el momento de su arresto, apoyó secretamente a la República de Cuba y su misión clandestina de recopilación de inteligencia contra Estados Unidos, sirviendo como agente encubierto de la Dirección General de Inteligencia (DGI) de Cuba.”

James Olson, exjefe de contrainteligencia de la CIA, en una entrevista a la BBC dijo sobre la DGI cubana: “Ellos nos poseían. Nos vencieron. Ésa es una de las razones por las que tengo este rencor personal contra el servicio de inteligencia cubano, porque han tenido mucho éxito operando contra nosotros”.

El experto en contrainteligencia y supervisor en esta materia en el FBI, Peter Lapp, en un testimonio sobre el caso dijo que “los cubanos no sólo son realmente buenos en inteligencia humana, sino que también son expertos en intermediar información para algunos de nuestros mayores adversarios”.

A Víctor Manuel Rocha, que hoy tiene 75 años, se le condenó a 15 años de prisión y una multa de 500 mil dólares. Este es el final de una historia de más de 40 años en los que un hombre brillante logró infiltrar a la burocracia estadounidense para servir al gobierno cubano. Para el espía, Fidel Castro era “el comandante”, Cuba “nosotros” y Estados Unidos “el enemigo”, según los testimonios de la acusación formal en su contra. Su historia es una de las más llamativas en la infiltración y la inteligencia de estos tiempos.

GSC


Google news logo
Síguenos en
Valeria Silva Guzmán
  • Valeria Silva Guzmán
  • Es boliviana, historiadora y analista en temas de política internacional, integración regional y geopolítica. Actualmente está enfocada en la relación de México con países de América Latina.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Dominga es una marca de Milenio. Todos los derechos reservados.  Más notas en: https://www.milenio.com/dominga
Dominga es una marca de Milenio. Todos los derechos reservados.
Más notas en: https://www.milenio.com/dominga