A raíz de la pandemia, en México se incrementaron los ciberdelitos en sus distintas modalidades como el robo de identidad, fraude, extorsión, malware, phishing (estafa bancaria), vishing (fraude por teléfono), spam y programas espías.
En el 2021, el 62 por ciento de las empresas en nuestro país fue víctima de ciberataques, y por ello debieron reforzar sus sistemas de seguridad, según un estudio de la empresa Deloitte, quien asegura que nuestro país ocupa el segundo lugar en América Latina en ese rubro solo después de Brasil.
Por lo que respecta a Nuevo León, de acuerdo con datos de la Fiscalía General de Justicia, en el 2020 se denunció un total de 734 casos de personas afectadas por ese tipo de ilícitos. Para el 2021 el número de denuncias aumentó a mil 241.
Hace unas semanas, mi compañera Frida Rodríguez (milenio.com 11/07/2022) documentó que solo en los primeros meses del presente año, 671 personas acudieron ante la autoridad con ese mismo fin y eso supera a las recibidas en el mismo lapso.
Los expertos en ciberseguridad atribuyen el incremento en este tipo de delitos a que durante la emergencia sanitaria, los ciudadanos realizamos más compras vía electrónica, lo cual tiene sentido al no poder salir a la calle, pero los delincuentes también
anduvieron muy activos.
La nota que publica MILENIO menciona el caso de dos mujeres, cuya identidad fue suplantada y con esa información abrieron cuentas en diferentes plataformas digitales para obtener lucro, además de causarles un daño moral.
El ingenio de los criminales no tiene límite, y ahora están utilizando con mayor frecuencia el vishing para obtener datos a través de llamadas telefónicas, con las cuales logran ganancias millonarias, pues piden desde un crédito bancario hasta transacciones de mayor monto.
Mientras tanto, los diputados siguen dormidos en sus laureles, pues el código penal del estado solo contempla un Artículo, el 271 bis, donde castiga los delitos contra la intimidad personal de seis meses a cinco años de prisión por usar imágenes en redes sociales, y no menciona nada del robo de identidad y otras modalidades. Por eso estamos como estamos.
Miguel Ángel Vargas