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Maniqueísmo patriotero.

Después de 2 años lamentables en su rendimiento y resultados, la selección mexicana ganó la Copa Oro en la agonía de la final ante Panamá. Pero no nos engañemos, México simplemente cumplió con sus obligaciones, algo que ya no hacía o se le había complicado mucho en las últimas ediciones del certamen.

Sacar el pecho y echarle en cara a los aficionados “su toxicidad”, aduciendo que por eso había fracasado miserablemente “el equipo de todos”, no es una buena idea. Como tampoco lo es, ensañarse con los integrantes de los medios de comunicación que han sido críticos.

El lamentable video publicado en la cuenta oficial de twitter de la selección, volvió a encender los ánimos y la aversión, cuando en la cancha, se había logrado cierta reconciliación entre el equipo y la opinión pública.

Solo un mes después de hacer el ridículo ante los estadounidenses, momento culminante en los fracasos de las distintas selecciones, el aparato oficial de comunicación de la Federación Mexicana se vanagloria por la obtención de un trofeo que, en el contexto futbolístico internacional vale muy poco.

Aunque no se puede demeritar el logro, habrá que darle su justa dimensión. Sobre todo ahora que los bandos mediáticos en torno a la selección están tan marcados y cada uno lleva su línea bien declarada.

Mientras los “aztecos/orlegis” siguen echando espuma por la boca, un comentarista de Televisa se puso a llorar chabacanamente en la narración. Unos perdieron los privilegios que tuvieron brevemente, otros los recuperaron. Por eso la “acre crítica” al unísono por parte de la televisora del Ajusco, y la porra con matraca del lado de Chapultepec 18.

Y en medio de todo ese circo: un buen trabajo de Jaime Lozano. El entrenador “interino” se ganó a pulso la oportunidad de, por lo menos, ser considerado como un candidato para dirigir de manera definitiva a la selección rumbo al mundial de 2026.

La Copa Oro se ganó cuando quitaron a Irarragorri, o más bien a la gente que había impuesto el personaje que ya se sentía dueño del futbol mexicano y la selección. El ambiente adentro y en el entorno del equipo tricolor, mejoró.

Jimmy Lozano agarró un polvorín y logró lo que sus predecesores no: ganar el título de la confederación que inventó el futbol mexicano, para no batallar en eliminatorias con la Conmebol.

Ahora se habla de un “proyecto” que será sugerido por ocho “prohombres” del futbol mexicano, que van a conformar un comité que busque al nuevo director técnico de la selección.

Pero, ¿para qué le dan tantas vueltas?, si todos sabemos que al final siempre decide el mismo dueño.

Los próximos partidos amistosos de la selección son en septiembre, que está a la vuelta de la esquina. El éxito de Lozano puso en un predicamento a los jerarcas del futbol mexicano, que ahora tendrán que sopesar muy bien la elección del próximo entrenador y justificar por qué no puede ser Jaime Lozano.

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David Badillo
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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