¿Por qué las víctimas de la explosión continuaban en pie?
Tras la explosión de la pipa de gas este miércoles en el Puente de la Concordia, vimos imágenes terribles en las que las víctimas deambulaban por la zona cero pidiendo auxilio, a pesar de la gravedad de las quemaduras que sufrieron, la mayoría de segundo y tercer grado.
"Al principio, las quemaduras pueden no sentirse. Veíamos caminando a la gente como si nada. Eso solamente es en los primeros minutos, las primeras horas, después es cuando empieza a venir el dolor y las consecuencias de las quemaduras son: que quedamos desprotegidos para cubrir nuestros órganos vitales, nuestros músculos, nuestros brazos, nuestras piernas", señala Yannick Nordin, Director Médico de Michou y Mau.
Según la Fundación Michou y Mau, que durante 27 años ha contribuido en la atención de niños mexicanos con quemaduras graves, las quemaduras de primer grado, son debido a la exposición solar; de segundo grado, llegan hasta la epidermis y en algunos casos, las de segundo grado profundo, pueden extenderse hasta el tejido celular subcutáneo, "la grasita que tenemos debajo de la piel"; mientras que las de tercer grado pueden llegar hasta el músculo, inclusive hasta el hueso.
La primera recomendación en caso de ser primer respondiente ante una tragedia similar, es poner solo agua tibia, para ayudar momentáneamente a disminuir o aligerar el dolor del paciente quemado. Otra recomendación, es cubrirlo con una sábana limpia en lo que el paciente es abordado por personal sanitario profesional, pues las lesiones pueden agravarse en caso de infectarse.