Me impresionó muchísimo el estreno de Fuego ardiente, la nueva producción telenovelera de Carlos Moreno (Amor bravío) que se estrenó el lunes pasado a las 18:30 en Las Estrellas.
¿Por qué? Porque de un tiempo a la fecha, la industria de la televisión mexicana, toda, sin importar marcas, cuando va a ofrecer un melodrama seriado, o es un “refrito” de algo que ya habíamos visto, o la versión nacional de una historia extranjera, o una propuesta, casi siempre en apoyo al crimen organizado, tan coproducida por tantas empresas tan extrañas que termina por carecer de identidad, de sentido.
¡La burra no era arisca! Por eso las telenovelas de este país, que alguna vez fueron punta de lanza a nivel internacional, ahora carecen de todo prestigio. ¿A quién le puede interesar ver esas cosas con tantísimos contenidos en el mercado?
¡Pues qué cree! Fuego ardiente es una historia original y no sólo eso, es una historia original de Martha Carrillo y Cristina García, dos de las mejores escritoras de televisión que tenemos en México.
Cuando estas dos señoras crean originales, ¡cuidado!, son capaces de cambiar la historia como en 1999 cuando nos dejaron a muchos con la boca abierta con el fenómeno de Tres mujeres.
¿Se imagina lo que Martha y Cristina son capaces de hacer ahora con toda la experiencia acumulada y los recursos técnicos de 2021?
Yo no sé cómo le hicieron para que les autorizaran este proyecto, pero me queda claro que Televisa les está dando un voto de confianza tanto a ellas como a Carlos Moreno y que si este título funciona podría significar el resurgimiento de muchas cosas buenas.
Usted nada más póngase a pensar en una industria telenovelera renovada con más y mejores historias originales escritas por una nueva generación de autores capaces de comerse al mundo como en su momento lo hicieron los grandes maestros como Fernanda Villeli, Marissa Garrido, Caridad Bravo Adams, Yolanda Vargas Dulché y Luis Reyes de la Maza.
Usted sólo póngase a pensar en lo que esto representaría como negocio para Televisa, como aportación cultural para nuestro país, como motor de creación de empleos y como proyección para México en términos mediáticos, turísticos e incluso a nivel imagen.
¿Ahora entiende la importancia de este estreno? Es fundamental que triunfe, que tenga mucho rating, que conmocione a la opinión pública y que mueva a las redes sociales.
¿Y sabe qué? Yo sí veo muchas posibilidades de que esto ocurra y más porque la historia cumple con todos los requisitos del género, porque el reparto es sensacional y porque la producción, a pesar de la pandemia, está hecha con toda la mano dentro de lo que es y debe ser una telenovela para televisión abierta.
No le voy a vender trama para no arruinarle la experiencia, pero ésta es la historia de un amor imposible donde hay buenos y malos, peripecias y truculencias, belleza y poder.
A mí me enloqueció que entre conflicto y conflicto hay orientación, que es una de las tendencias más importantes de este negocio en la actualidad.
¿A qué me refiero con esto? A que se tocan muchos muy importantes problemas sociales como la violencia de género y la corrupción, más allá de otras cuestiones que también están presentes y que nunca dejan de ser atractivas como la infidelidad y el romance entre personas de diferentes generaciones.
Por si esto no fuera suficiente, tengo que felicitar al reparto. Mariana Torres está exquisita. Claudia Ramírez es una reina. Carlos Ferro lo está haciendo increíble. Yolanda Ventura va que vuela para su consagración y nada más maravilloso que volver a ver al inmenso Fernando Ciangherotti.
Pero el que se va a llevar la telenovela es Kuno Becker. ¡Qué barbaridad! Valieron la pena todos estos años de ausencia. Su crecimiento es innegable. ¡Bravo!
No, y ni hablemos de la maravilla de la dirección de escena, de la preciosidad de esas locaciones ni de la altísima calidad de la fotografía, la dirección de cámaras, la edición, la musicalización y la canción interpretada por Joy Huerta porque entonces sí no acabamos.
Fuego ardiente es tan buena que debería estar en el horario de Te acuerdas de mí, pero ése es otro tema. La historia se repite, exactamente como sucedió con Tres mujeres.
Luche con todas sus fuerzas por ver esta telenovela de lunes a viernes a las 18:30 en Las Estrellas. Si lo suyo, como lo mío, son los buenos melodramas, le va a gustar, de veras que sí.
alvaro.cueva@milenio.com