Quiero pensar que se trata de un error, que no hubo dolo, que no hay censura.
Se me hace delicadísimo que el Festival Internacional de Cine de Morelia se haya negado a exhibir “Renacer”, la nueva película de Gustavo Loza, figura fundamental de nuestra industria.
Gustavo no sólo le ha dado a México títulos exitosos y valientes como “La otra familia”, “¿Qué culpa tiene el niño?” y “Al otro lado”.
Estamos hablando del padre de las series mexicanas. Este señor fue el que hizo, gracias al apoyo de Patricia Arriaga Jordán, “Camino a casa”, la primera serie oficial en la historia de nuestro país.
Y no fue con Netflix. Y no fue con HBO. Y no fue con Televisa. Fue con Canal Once, con un medio público, en 1999.
Por si esto fuera poco, “Renacer” es una obra maestra, un filme indispensable, exquisito, de vanguardia, 100 por ciento de autor, que toca conflictos increíblemente necesarios para México y para el mundo entero hoy.
¿Qué fue lo que pasó aquí? ¿A quién le molestó? ¿A quién no le pareció? Esto es irregular. Esto es peligrosísimo. No lo puedo creer.
Deseo, de todo corazón, que más allá de cualquier explicación, esto se corrija y “Renacer” obtenga la participación que merece en Morelia, en Los Cabos y en todos los festivales de cine nacionales e internacionales.
Pero, sobre todo, espero que usted corra a verla de inmediato. Le va a gustar. Pero no sólo eso, le va a servir.
Están pasando muchas cosas muy fuertes en el mundo de la comunicación, en el mundo de las redes sociales y si no nos preparamos a través de la apreciación de contenidos como éste, tarde o temprano seremos víctimas de ciberacoso, de difamación o de cosas peores.
Lo mejor de esta película es que, a diferencia del común de las experiencias cinematográficas que se están atreviendo a denunciar esta clase de cuestiones, “Renacer” no es de nicho.
Usted no tiene que ser intelectual de izquierda para entenderla, para gozarla.
Al contrario, va a conectar porque es para las grandes audiencias, para las familias, para las parejas.
Si hay una película recomendable hoy es ésta. Y es mexicana. Y tiene una peculiaridad que pocas veces vemos en nuestro cine: está filmada en México, pero también en otras partes del mundo.
Eso la vuelve “glocal”. ¿Qué significa esto? Que es tan local, tan local, pero tan local que se vuelve global.
Es tan íntima, tan íntima, pero tan íntima que se vuelve social.
En México la vamos a amar pero los grandes mercados internacionales la van a adorar.
¿De qué trata? Mire, a mí no me gusta contar las películas. Se la voy a plantear así: “Renacer” es la historia de lo que le pasa a una familia mexicana que es víctima de violencia digital.
¿A qué me refiero cuando digo que éste es un título de vanguardia, 100 por ciento de autor?
A que se nota que Gustavo Loza agarró a su familia, a un equipo muy pequeño pero muy especial de colaboradores, que se los llevó lejos y que fue construyendo esto en un diálogo permanente consigo mismo y con la naturaleza.
No lo puedo decir de otra manera: es muy mágico ver secuencias donde parece que el viento fue creado a través de sofisticadísimos efectos mecánicos para construir una atmósfera.
Pero no, el viento estaba ahí, para la escena, sólo para esa escena, para la escena en la que tenía que estar. Era real. Como la escena. ¡Increíble!
Y como ésta, hay muchas secuencias que ameritan un análisis profundo.
“Renacer” no se parece a nada que exista en el mercado. Cuando uno la está mirando no alcanza a imaginar el final. Vamos de sorpresa en sorpresa.
Actúan el mismo Gustavo Loza, Bruno Loza, Oka Giner, Luciana Silveira y Rodrigo Murray entre muchas otras personalidades.
Luche con todas sus fuerzas por ver esta película ya, ya, pero ya. Le va a gustar. De veras que sí.
Y ojalá que este asunto del Festival Internacional de Cine de Morelia se arregle de la mejor manera. Ojalá.