Nunca hago esto pero dada la magnitud de este lanzamiento lo debo hacer:
Este fin de semana, en VIX, vamos a tener el preestreno de “Papás por siempre”, la nueva telenovela de Rosy Ocampo.
Tuve el privilegio de ver este material con anticipación y le juro que me impresionó muchísimo.
Se lo voy a decir tal cual: es lo más bonito que usted va a ver este fin de semana. Así: de ese tamaño.
Por favor no se lo vaya a perder y recuerde que el próximo lunes 13 de octubre, a las 20:30, va a ser el estreno de esta joya en Las Estrellas.
Ahora vamos con la información: Hubo una telenovela que se llamó “Papás por conveniencia”. ¿Se acuerda? Fue un exitazo tan, tan, pero tan relevante que, en el último momento y con todo grabado, se pidió una temporada dos.
Sí son importantes los datos de que esto se decidió en el último momento y que todo estaba grabado porque, como usted recordará, esta prodigiosa historia original de un enorme y muy creativo equipo de escritores cerró con algo muy ligero.
No había un conflicto tremendo, espantoso ni nada terrible como para tener a la gente en suspenso hasta la llegada de una continuación.
¿Qué fue lo que pasó? Que Rosy, que es una de las últimas maestras del difícil arte de las telenovelas que nos quedan en México, después de escuchar la propuesta de sus escritores, en lugar de hacer “Papás por conveniencia 2”, decidió hacer “Papás por siempre”.
El resultado es increíblemente interesante porque es una segunda parte que no es una segunda parte.
¿Qué significa esto? Dos cosas. Uno: que las audiencias originales de “Papás por conveniencia” se van a sentir realizadas cuando vean esta historia.
Y dos: que si usted jamás vio “Papás por conveniencia” va a entender y a gozar “Papás por siempre” con mucho, con muchísimo entusiasmo.
Fíjese qué propuesta tan más atractiva. El público, en lugar de estar experimentando con un melodrama nuevo para ver si le van a caer bien o mal los personajes, ya sabe lo que va a ver.
Los espectadores van a tener todo el empoderamiento, toda la certeza que se tiene cuando se sintoniza un refrito, pero sin estar viendo un refrito.
¿Así o más clara la revolución telenovelera que TelevisaUnivision nos va a ofrecer?
No, pero espérese. Se pone mejor. Ahí le va mi pronóstico: “Papás por siempre” va a tener tanto, tanto pero tanto éxito que no se sorprenda si al final, de última hora, se pide una tercera parte.
¿Qué significaría esto? Que Rosy Ocampo, de una manera magistral, podría estar creando otro universo, otra franquicia como la de “Vencer”, pero ahora con “Papás”.
Por si todo lo que le acabo de decir no fuera lo suficientemente relevante, ahí le va otra razón para ver este preestreno:
“Papás por siempre” (amo que se llame así porque me remite a “Amigos por siempre” de hace 25 años) va a ser esa vitamina que las telenovelas nacionales estaban necesitando para volver a la realidad.
Vamos a decirnos la verdad: de un tiempo a la fecha, TelevisaUnivision se nos puso muy tradicional.
Todos adoramos las telenovelas tradicionales pero como que hacía falta esta otra parte: la original, la actual, la moderna.
Estoy enamorado de “Papás por siempre” porque sin dejar de ser un espectáculo amoroso, adictivo y emocionante toca de manera frontal muchos de los conflictos que millones de familias tenemos sin importar nuestra nacionalidad.
Lo que más le admiro a este título es su capacidad para conectar con las audiencias.
Conectan los jóvenes, los adultos mayores, las mamás, los papás. Es maravilloso porque, a través de esa conexión, esta telenovela nos orienta, nos da soluciones, nos permite crecer.
No le voy a dar más detalles para no arruinarle la experiencia pero, créame, estamos ante algo bueno, ante algo que merece ser visto y celebrado.
Mención aparte a las actrices y a los actores porque hacen un trabajo sensacional. Desde Ariadne Díaz, Leticia Perdigón y José Ron hasta Daniela Luján, Martín Ricca y Érika Buenfil.
Luche con todas sus fuerzas por ver el preestreno de “Papás por siempre” en VIX y por gozar de esta gran historia original a partir del próximo lunes en Las Estrellas. Le va a gustar (y le va a servir). De veras que sí.