Política

Seamos como el buque 'Cuauhtémoc'

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Cuántas veces hemos sentido que México se estrella. Se destruye o queda en condiciones lamentables e irreconocibles. Que si una crisis económica, uno u otro gobierno plagados de corrupción, la violencia e inseguridad en aumento, masacres, desapariciones múltiples, madres buscando a sus hijos en fosas clandestinas. Parece que el barco se hunde, pero este fin de semana entendí que podemos sacarlo a flote.

La metáfora se hizo realidad al ser testigo del zarpe del buque escuela Cuauhtémoc desde Nueva York. Algo que parecía imposible hace casi cinco meses, cuando estrelló sus velas contra el puente de Brooklyn.

Aquel sábado 17 de mayo fue un día lamentable. Un estandarte de trayectoria histórica en la formación de más de 40 generaciones de cadetes marinos se hacía famoso en el mundo por una tragedia. Los jóvenes América Yamilet Sánchez y Adal Jair Marcos murieron, otras 22 personas resultaron lesionadas. La tragedia enlutó al país.

Eso nadie lo borra ni desea hacerlo. La causa exacta del accidente aún la investigan las autoridades estadunidenses. Para mí no hay duda, los dos barcos que en ese momento remolcaban la embarcación y el práctico del puerto que estaba al mando del velero son los responsables. Ni la tripulación, ni los jóvenes cadetes, ni el capitán del barco tenían control ni responsabilidad en aquel momento. Se sabrá la causa y se sancionará a los responsables.

Más allá de echar culpas, de rendirse o dar por perdida la embarcación, en estos meses se buscó regresar el barco al mar. Que retomara su misión. Y así se hizo.

El buque Cuauhtémoc fue reparado, se le hicieron pruebas y lograron la certificación internacional para zarpar de nuevo, con su misma tripulación y generación de cadetes en preparación. Dos empresas, en dos astilleros, con el apoyo de la tripulación del barco lo logró en tiempo récord.

Cuando fue el impacto no creímos que pudiera volver a verse igual. Ahora se ve mejor. Renovado.

Aunque aún resienten lo ocurrido, tripulación y cadetes volvieron a subir al barco este fin de semana y hoy navegan rumbo a Cozumel.

Al estar ahí presente me impactó ver a los jóvenes cadetes, de entre 17 y 22 años, mostrándonos el temple de las nuevas generaciones, que pueden reponerse, salir adelante y comprometerse. De la tripulación, que es el personal permanente en el barco, me quedó claro que no se dejaron derrotar y trabajaron allá hasta retomar el rumbo.

Regresé optimista, si se pudo con el buque se puede con México. A ellos les tomó cinco meses, ¿nos alcanzarán cinco años? 


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Alejandro Domínguez
  • Alejandro Domínguez
  • alejandro.dominguez@milenio.com
  • Periodista por pasión. Dirijo y conduzco #AlexEnMilenio L-V #22hrs. Escribo la columna #RecuentoDeLosDaños cada martes. Profesor en la Universidad Iberoamericana
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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