Pensaba que por ser parte absoluta de la generación X, por haber visto en vivo los primeros días de MTV y por quedarme despierta noches enteras hasta que, una vez más, pasaran el video de Thriller, de Michael Jackson, o Legs, de ZZ Top, el anuncio de que dejarían de transmitir la mayoría de los canales de Music Television sería una tragedia solo para mí y mis contemporáneos. Temo decirles que me equivoqué.
Entre fusiones, nuevos dueños y recortes en el presupuesto, Paramount Global —heredera de Viacom— anunció esta semana que apagará definitivamente la mayoría de sus señales internacionales de MTV.
Para muchos de los que hemos seguido la señal, el fin había llegado desde hace mucho, durante la era de los reality shows y cuando la programación no musical comenzó a apoderarse de cada segmento.
Pero lo que no advertimos fue cuánta historia se había construido en ese espacio: Cribs, Celebrity Deathmatch, Daria —heredera directa de Beavis and Butt-Head— marcaron también una era para los millennials y para los primeros integrantes de la generación Z, quienes, hasta hoy, siguen viendo algunos de esos programas en algunas plataformas y redes como TikTok.
Era claro que ninguno de esos productos podría sobrevivir en un ecosistema donde el streaming lo es todo y el cable se apaga poco a poco.
Aun así, estas decisiones duelen. Se siente horrible ver cómo MTV logró reinventarse durante cuatro décadas, manteniéndose vigente, pero traicionando a sus fieles seguidores a la vez. Eso terminó.
Recuerdo que su primer video se burlaba de la muerte de la radio. Y, de una forma u otra, la radio sigue ahí, mientras MTV terminó, tristemente, por desvanecerse.