Si usted es fan de Dwayne Johnson o de DC Comics seguramente ya vio y formó su propia opinión sobre la cinta Black Adam, que se estrenó este pasado fin de semana. Si no pudieron, no se preocupen, aquí el único spoiler será al citar a Henry Cavill, quien al fin confirmó que regresará al rol de Superman, y ¿adivinen contra quién va a luchar?
Tengo que compartirles que me parece extraordinariamente interesante cómo estos personajes con superpoderes (no necesariamente héroes) se mueven entre los universos en los que coinciden.
No sabía por qué me causaba una sensación de deja vú, hasta que me di cuenta de que es un poco como los partidos políticos y sus integrantes.
Según el mismo Johnson, Black Adam está defendiendo lo que defiende (o atacando, depende a quién se lo preguntes), y no convicciones humanistas y simplonas.
Así que en definitiva, me parece que el hecho de que The Rock se encuentre trabajando arduamente para ponérsele “bien al tiro” a Superman es una acción de la cual el gran héroe americano (que no piensen que es Capitán América de la casa de enfrente) solo puede salir bien librado.
El Black Adam que vimos ahora en las pantallas tiene dimensión. Puede ser cruel y destruir sin compasión, pero nadie lo puede acusar de ser obvio o fácil de descifrar. Sé que los verdaderos fans de Superman podrían explicarme una y mil horas por qué no es un ser simple (y vaya que gozamos a Cavill interpretar el personaje), pero considerando el panorama mundial en 1938, cuando por primera vez apareció, me parece que un poco de conflicto existencial, más allá de luchar contra “Superman malo”, es lo mejor que le podría pasar al más famoso de los superhéroes en el mundo.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel