Ya sea después de una lluvia de ideas, por necesidad, o gracias a un momento de “eureka”, el verdadero reto es convertir esa buena idea de negocio en una fuente de ingresos.
El emprendedor o futuro empresario, en la definición de su plan de negocio, se debate entre el hilo negro de la innovación disruptiva y la caja cuadrada aparentemente aburrida.
En este análisis, donde la viabilidad y los riesgos juegan un papel crucial, podemos identificar dos enfoques empresariales
diametralmente opuestos: los emprendimientos de tipo “unicornio” y los “boring businesses” o negocios aburridos.
Un emprendimiento “unicornio” es una startup valorada en al menos mil millones de dólares sin estar cotizada en la bolsa. De ahí proviene su nombre, debido a lo poco común que son. Estos negocios transforman industrias o crean nuevos mercados, crecen rápidamente y se basan en tecnología y modelos escalables. Uber, Airbnb y SpaceX son ejemplos de “unicornios”.
En contraste, los “boring businesses” (negocios aburridos) operan en industrias establecidas, ofreciendo productos o servicios esenciales pero no innovadores.
Estos proyectos se enfocan en estabilidad y crecimiento constante, con modelos de negocio probados y predecibles. Priorizan la rentabilidad y la sostenibilidad a largo plazo, mejorando la eficiencia y optimizando procesos para mantenerse competitivos.
Ejemplos incluyen lavanderías, tiendas de comestibles, autolavados, servicios de limpieza y mantenimiento de edificios.
Transformar un “boring business” en un negocio innovador y escalable no es solo posible, sino que puede ser una estrategia extremadamente rentable.
A continuación, algunas estrategias clave para lograr esta transformación:
1. Digitalización de procesos: Modernizar un negocio tradicional digitalizando sus procesos, desde la gestión de inventarios hasta la atención al cliente, usando software de gestión empresarial (ERP) para automatizar y optimizar operaciones.
2. Presencia online: Llevar el negocio al ámbito digital mediante una tienda en línea o una aplicación móvil, y utilizar marketing digital (SEO, redes sociales, publicidad en línea) para atraer y fidelizar clientes.
3. Innovación en servicios: Diferenciar los servicios tradicionales agregando valor con tecnología. Por ejemplo, una lavandería puede ofrecer servicios de entrega y recogida a través de una aplicación móvil, o una tienda de comestibles puede implementar pedidos en línea y entrega a domicilio.
4. Análisis de datos: Utilizar big data y análisis avanzado para tomar decisiones informadas, optimizar el inventario, mejorar el servicio al cliente y aumentar las ventas.
5. Alianzas estratégicas: Formar alianzas con empresas de marketing, tecnológicas o startups innovadoras para integrar nuevas soluciones y compartir conocimientos y recursos.
No todos los grandes emprendimientos son productos mágicos, grandes descubrimientos o 100 por ciento tecnológicos.
Entre negocios o empresas tradicionales existen grandes oportunidades de crecimiento con la mezcla perfecta entre la definición de buenos procesos de un negocio tradicional y la inyección de digitalización y tecnología.
El crecimiento de un proyecto “aburrido” que ya está probado tiene grandes probabilidades de éxito. No hablamos de transformarlos en un “unicornio”, pero sí pueden convertirse en un “Emprendimiento Fénix”, resurgiendo con fuerza renovada para alcanzar alturas que nunca imaginaron.