Negocios

No podemos seguir sin estrategias de riesgos

Los ciclones Raymond y Priscilla dejaron un saldo de 64 personas fallecidas en Puebla, Hidalgo, Querétaro y Veracruz, y se reportan 65 desaparecidos. La emergencia sigue y el apoyo para los damnificados apremia. 

Nuestro país es uno de los 30 más expuestos a fenómenos como terremotos y huracanes, de ahí que 68 por ciento de la población, según AMIS, ha sido afectada alguna vez por un siniestro relacionado a un riesgo de la naturaleza.

Las pérdidas humanas son el peor escenario de no cubrir un riesgo. Ese dolor no cesa.

Los riesgos climatológicos seguirán existiendo y serán más agresivos. Nuestra situación geográfica; país delgado entre dos océanos, no cambiará. La prevención es la única estrategia: hay que ser más ávidos en el análisis de riesgo, en la inversión en previsión y en la búsqueda de herramientas de mitigación.

El evento más costoso para la industria de los seguros, hasta ahora, es el covid, con pagos de 3 mil millones de dólares. Wilma costó 2 mil 848 mil millones y Otis tuvo un impacto económico de 2 mil 55 millones. Los siguientes desafíos más costosos en México han sido los sismos y, según AMIS, uno de cada cinco pesos del top 10 de siniestros corresponde a estos eventos.

No solo se trata de clima o salud, también hay que contemplar los riesgos en ciberseguridad, financieros o geopolíticos. La brecha de cobertura es amplia en México, sin importar qué riesgo es o si la estrategia es privada o pública.

Es cierto, contamos con bonos catastróficos paramétricos; además de la seguridad social, se construye un sistema unificado de acceso a la salud y el año que viene iniciará la implementación del registro universal de salud. También existe la Pensión del Bienestar. Existen estrategias, pero no son suficientes y hasta ahora no hemos logrado infiltrar, implementar o ahondar nuestra cultura de previsión. 

Analicemos las coberturas patrimoniales y de salud: solo tres de cada 10 autos tienen seguro, incluso cuando es obligatorio en 22 estados. Solo uno de cada 10 mexicanos tiene seguro de gastos médicos privado y solo dos de cada 10 mexicanos activos en la economía tienen seguro de vida. En ambos productos, muchas primas dependen de la empresa en la que la persona labora. Seis de cada 10 viviendas están aseguradas, la mayoría porque tiene un crédito hipotecario que obliga el seguro.

Menos de 10 por ciento de la población paga un seguro privado. Aquellos que pueden cubrir el riesgo y no lo han hecho, dicen que no han contemplado el riesgo, no saben cómo funciona el producto o no le tienen confianza. El resto —la mayoría— no tiene los recursos y su preocupación es sobrevivir. 

No somos de los países con las mejores estrategias para riesgos o eventualidades, podemos aprender algo de Japón, Suiza, Dinamarca, Islandia, Filipinas o Chile. Espero no sigamos procrastinando y nos preparemos pronto.


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Regina Reyes-Heroles C.
  • Regina Reyes-Heroles C.
  • regina.reyesheroles@milenio.com
  • Periodista. Autora del libro Vivir como reina y gastar como plebeya. Conductora de Milenio Negocios, programa semanal de entrevistas con directivos y personajes clave en el mundo económico. Publica su columna sobre finanzas personales todos los jueves. Mamá de dos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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