Los lemas de los grupos de 12 pasos suelen ser maravillosos no sólo para los que asisten a ellos, sino para cualquier persona e incluso llegan a ser prácticamente del dominio público como el famoso “sólo por hoy” de los alcohólicos anónimos, que se ha extendido a cualquier cantidad de pensamientos relacionados al aquí y al ahora, así como el que hoy deseamos abordar, que es los grupos de Al-Anony que reza: “que empiece por mí”.
“Que empiece por mí” significa que deje de ver la paja en el ojo ajeno y vea la viga en el propio, que abandone el interés de hablar del otro y predique con el ejemplo; que en lugar de acusar lo que hacen los demás me enfoque en mis acciones y, que desista de pensar en que el prójimo es el culpable de todo y asuma mi propia responsabilidad.
¿Parece difícil? Seguramente para muchos lo es, sobre todo si hacemos válida la frase de que “la palabra convence, pero el ejemplo arrastra”.
A algunos puristas parecería una obviedad estar hablando de ello, pero en los hechos es una realidad que se presenta en todos los ámbitos y nos invita a reflexionar sobre una pregunta que suelo hacerles a mis consultantes: “y tú ¿de que te haces responsable?”. O como decían las mamás en mi infancia, “algo habrás hecho tú”.
Lo cierto es que es más fácil jugar al papel de víctima y ser acusador de todo lo que “nos hacen”, en vez de hacernos responsables y tomar las riendas de nuestras vidas.
En el mundo de las adicciones es casi generalizado que cuando es un familiar quien se acerca a pedir ayuda, lo hacen solicitando que “arreglemos a su enfermo”, muchas veces en contra de su voluntad. Por ello cuando preguntamos, ¿y si su familiar no quiere ayuda, estaría usted dispuesta (o) a ser quien la reciba para saber cómo convivir con la enfermedad de la adicción? La respuesta casi esperada es: “Yo no tengo ningún problema, él (ella) es quien consume y quien debe venir a consulta”.
Después de explicarles el modelo sistémico familiar de atención con el que trabajamos, de platicar sobre su posible codependencia y de hacer una exploración, hacemos una pregunta en caso de que el consumidor no desee cooperar: ¿estás dispuesto (a) a comenzar por ti?" Si la respuesta es sí, el proceso de recuperación del sistema podría estarse activando. ¡Ahí dejo la sugerencia!
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