La situación del campo, no solo de Guanajuato, sino en gran parte del país es insostenible. Eso para nadie es un secreto. De todos es conocido que en no pocas ocasiones esta actividad es poco rentable, cuando no, fuente de pérdidas económicas. El esfuerzo, las fatigas, la inversión, la pasión que se pone en la actividad para llevar los productos alimentariosa las mesas de los mexicanos son invaluables, nadie regatea eso.
Las crecientes alzas de los insumos, la mano de obra, fertilizantes, combustibles son como un tren en marcha que, cuando los precios a los que se ven obligados a vender sus productos son inferiores a lo invertido, hacen imposible generar utilidades.
Los subsidios gubernamentales, si bien están diseñados para mitigar lo anteriormente descrito, son frecuentemente insuficientes, se quedan cortos en cobertura y al final, los productores deben remontar trabas burocráticas como la apertura tardía de ventanillas, que operan óptimamente, si acaso lo hacen, cuando la oportunidad de inversión ha pasado ya.
Sirva lo anterior como un breve recuento de los legítimos motivos de los manifestantes, que han sido reconocidos por la gobernadora Libia García, y ante los cuales las autoridades federales iniciaron anoche acercamientos para reabrir la circulación de las carreteras y garantizar a los conductores su derecho al libre tránsito.
Se ha ofrecido un diálogo que deberá tener lugar en las próximas horas, y desde aquí se hace un llamado a las partes a la buena voluntad, privilegiando siempre el buen común.
Y es que no hay que perder de vista que en la zona afectada confluyen varios de los corredores carreteros del país, donde el tránsito no solo es local o regional, sino de largo itinerario, conectando puntos tan remotos como Tijuana o Nogales, y no solo Guadalajara, la Ciudad de México, y el centro del país; sino también a entidades como Tamaulipas o Veracruz
Según cifras de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), el Tránsito Promedio Diario Anual va de 4 mil 646 a 6 mil 645 vehículos, y una tercera parte son de ellos de varios ejes, es decir, que de mercancías, bienes y autotransporte público. Hoy, muchos están varados. Y eso no es razonable ni justo permtirlo.