Sociedad

Genio y figura

  • Columna de Marco Sifuentes
  • Genio y figura
  • Marco Sifuentes

“Que lo bueno y lo malo no lo conoce nadie, como no sea su creador”: Nietzsche

Les comparto algunos apuntes del historiador y biógrafo Thomas Weber, doctor por Oxford y maestro en Harvard, que nos describe la personalidad de cierto líder a quien se podrá identificar de inmediato y continuar descubriendo su retrato al compás de las notas de este perspicaz investigador, las cuales enseguida cito textuales.

“Los genios, se creía, poseen una capacidad creativa superior, original, y son capaces de romper con las ataduras del pasado. Mientras que los demás mareaban los problemas, los genios proporcionaban respuestas enteramente nuevas o incluso reformulaciones radicales de las cuestiones planteadas.

“Un genio, según esta forma de pensar, es alguien que no necesita que le enseñen cómo alcanzar la autonomía personal, cómo desarrollar la creatividad o cómo ser un líder. Los genios poseen cualidades innatas que se van desplegando y de las que son conscientes a medida que crecen. Las connotaciones de la palabra alemana Bildung reflejan esa creencia de los alemanes en las cualidades innatas de las personas. Mientras que el término inglés education se basa en la idea de que el individuo deja de ser ignorante gracias a la enseñanza que le procuran otros individuos, la palabra Bildung expresa la creencia en la capacidad autoformativa de las personas. Los genios son, por tanto, la forma más pura y más perfecta de la individualidad, con un don innato para la creatividad y la originalidad. En resumen, los genios llevan un dios dentro de ellos y, por lo tanto, no tienen por qué respetar las convenciones sociales, ni tampoco la lógica. Crean algo nuevo que puede beneficiar a todo el mundo y no tienen por qué justificarlo; les basta con proclamarlo. No es necesario tampoco que los genios cedan, porque al ceder se debilita la obra que han creado. “Además, no tienen por qué acatar las normas, tampoco las normas morales que han recibido, porque ellos crean nuevas normas y principios que redefinen el bien y el mal”.

Y va más allá, en alusión a nuestro misterioso personaje:

“Es que sólo podría establecer relaciones verticales, jerárquicas...Era incapaz de relacionarse horizontalmente, es decir, de igual a igual. Del mismo modo, era incapaz de mantener relaciones demasiado cercanas con gente durante largos periodos de tiempo.

“La incapacidad para las relaciones de igual a igual y duraderas, junto con las necesidades de aprobación y de contacto con los otros, marcó su manera de liderar; imposibilitó cualquier estrategia colaborativa para afrontar desafíos políticos y resolver problemas de gobierno. Del mismo modo (ya sabes quién) se negaba a debatir con el público después de sus discursos, no estaba dispuesto, debido a su incapacidad, a aceptar que la política fuese el arte del compromiso y la negociación. El único tipo de política que podía llevar a cabo era la del espectáculo, con él como actor principal...

“De modo que, en la política, sólo podía actuar como líder de un grupo sectario al margen del orden constitucional o como dictador”.

Claro que no se refiere al “genio” de Macuspana; aunque le viene muy a pelo la descripción. Genio y figura, pues. 


ceo@mfk.mx

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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