No es una monarquía absoluta, pero sí una monarquía la instaurada en Coahuila, me dijo un académico de la Universidad Iberoamericana Torreón.
Fue su comentario tras el segundo debate entre los candidatos a la gubernatura del estado, allá en Saltillo el pasado lunes 1 de mayo.
El encuentro organizado por el Instituto Electoral de Coahuila generó:
“Manolo no es un mal candidato, lo que lo friega es el partido por el que se postuló, Guadiana no es buen candidato pero el efecto Obrador lo hará ganar.
Mejía es muy buen candidato, pero no trae tanto arraigo, y Lenin se ve sincero, pero carece de fuerza.
Así están las cosas”, expuso Walberto
“Que tristeza escuchar la ‘respuesta’ de Guadiana respecto a cómo fomentar la cultura.
Primeramente mencionó el deporte y después, solamente dijo que se trabajaría con maestros.
No tienen contemplada la cultura, parece que para los políticos todo es seguridad y finanzas.
“Es un payaso ridículo al decir que si los jóvenes votan por él, el cantante Peso Pluma de narcocorridos se presentará en Coahuila”, criticó Rodolfo.
“Vi el debate: Mario Delgado erró con Guadiana. Necesitamos mayor seriedad y propuestas, ya se parece a Xóchitl Gálvez.
Y bueno los candidatos del PRIAN y Verde aún están muy inmaduros. No tienen propuestas, sí ataques.
Creo que sigue mejor librado Mejía Berdeja. Vamos a ver qué deciden los coahuilenses”, reflexionó Lupita.
“Sacan a relucir más tráfico de influencias a Manolo dando dinero a sus cuates para enriquecimiento personal. ¡No se la acaba!”, acusa José de Jesús.
Encuestas a modo, la parcialidad de la prensa, el accionar de instituciones públicas de educación superior, mensajes en redes increíblemente tendenciosos, los sesudos comentarios en medios electrónicos, dueños de partidos políticos, el sometimiento de agrupaciones de trabajadores, plantas docentes, y demás sectores, dependencias y representantes de la iniciativa privada se alinean a la candidatura oficial y descalifican a los contendientes en esta contienda electoral.
¿Dónde quedó la determinación y el derecho humano a votar libremente?
Porque en la población joven, aun y con los acarreos obligados (tengo pruebas) de estudiantes universitarios para respaldar la desideologización política, según sé, no acaba de despertar su interés real, verdadero.
Es sabido que la muchachada de entre 20 y 24 años de edad no hace eco a ninguna elección y su participación es mínima.
Quizá despiertan a la realidad, se desencantan de no ser escuchados en términos reales, sus reclamos ante el autoritarismo los abruma, no ven cambios profundos en materia política, se saben instrumento de la cultura de la línea, de la simulación, del autoritarismo.
No tienen oportunidad de más. De ahí que un número cada vez mayor de ellos se estén yendo de Coahuila, de la Laguna.
Una reconocida académica que escuchó a Lenin Pérez, abanderado de la UDC y el Verde, mesurada comentó que el ex alcalde de Acuña muestra más idea de lo que Coahuila exige hoy, que él si llegó a muchos jóvenes y que sus propuestas son inteligentes, de experiencia en el servicio público y soportadas con otro ánimo político.
De Manolo Jiménez, casi hizo mutis, “no se sale del guion que le entregaron, es más de lo mismo”.
De Ricardo Mejía Berdeja, que tiene mucho oficio, pero que no le alcanzará, y que Guadiana era una burla como candidato.
Viene a mi memoria aquél de 1994 entre los aspirantes presidenciales:
Diego Fernández (cuando el PAN era el PAN) lo ganó ampliamente, Cuauhtémoc Cárdenas fue ninguneado por los medios, y Ernesto Zedillo (PRI) fue el presidente de México. Así las cosas.