Política

Una verdad y algunas mentiras

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Gil vio decenas, cientos de camiones estacionados alrededor del Zócalo. En ellos se transportaron espontáneamente y con entusiasmo desbordado los seguidores de la Presidenta, de Morena y de la Cuatroté. Y se repletó la plaza para celebrar un año de gobierno y escuchar el discurso de Claudia Sheinbaum.

“Palabros”, como diría Román Revueltas: patria, honestidad, poder, humildad, pueblo, justicia, historia, orgullo. Puestos en una coctelera estos “palabros” organizaron un discurso copeteado de mentiras y, eso sí, una verdad.

Gil lo leyó en su periódico MILENIO en una crónica de Fernando Damián: “la honestidad no es la excepción, sino la regla, y quién traicione al pueblo, quien robe al pueblo, enfrenta a la justicia. El poder no es para enriquecerse, es para servir con humildad. Los recursos públicos son sagrados y se le devuelven al pueblo en derechos, en programas de bienestar y obras estratégicas para el desarrollo nacional”.

Gil se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y meditó: lenguaje y realidad, dos mundos. Y no le vayan a venir a Gilga con la zarandaja de que se trataba de un terrible mensaje de advertencia a Adán Augusto López Hernández y sus relaciones con Bermúdez Requena y La Barredora. ¿Devolverán el robo descarado, castigarán la red de corrupción de empresas y políticos del huachicol fiscal? Pues Gamés no ve nada claro, la Fiscalía hace como que hace, pero no hace. O sea, estamos ante una mentira, y de las grandes.

Castigo ejemplar

El castigo al que han sido sometidos quienes no han cumplido con los lineamientos, es un decir, de la Presidenta, ha sido ejemplar: atrás de unas vallas, en un espacio exclusivo, quedaron relegados Adán Augusto, Monreal, Andy y Luisa María. ¡Ah!, que sanción, más terrible. No hay estrado para ustedes, ¿les parece poca cosa? Pues ándense con cuidadito porque también se les puede poner dos filas más atrás y eso sería insoportable. 

El camino correcto

“Como primera mujer Presidenta de México. Reafirmo que vamos por el camino correcto; aquí estamos, de pie y con la fuerza de nuestra historia, con el orgullo del presente y esperanza en el porvenir. No les voy a fallar”.

Está buena la prosa rosa (rosa-rosa) del pasado, el presente y el porvenir, y se nos acabaron los tiempos porque si sobrara alguno también los incluíamos.

Si se trata de caminos correctos, Gil sugiere la lectura del artículo de Gerardo Esquivel en páginas contiguas de su periódico MILENIO: “Y no espanten a la inversión”, el texto es para ponerse a temblar, una economía estancada, en crecimiento cercano a 0 o menos y una inversión detenida. Escribe Esquivel (Es-es): “Esta caída en la inversión es preocupante porque anticipa que hacia adelante, el crecimiento del país también será bajo. La inversión es el motor del crecimiento, el componente de la demanda que permite generar mas producción en el futuro”.

La verdad

Al fin apareció la verdad en el discurso de la Presidenta: el ex presidente Liópez Obrador. Ahora mal sin bien, Gil sabe que en política, la lealtad siempre será una forma de la debilidad. Escuchemos: “Lopéz Obrador fue, es y seguirá siendo siempre un ejemplo de honradez, de austeridad y de profundo amor al pueblo. Nunca se rindió, nunca se vendió a los poderosos, nunca se apartó de sus principios. Y escúchenlo bien, su Presidenta, tampoco lo hará, porque tenemos convicciones, tenemos principios, porque por más duras que sean las presiones, nosotros solo hacemos reverencia a uno sólo, al pueblo de México. Que se oiga bien y se oiga lejos: en México el que manda es el pueblo”. Y así: que han tratado de dividir a la Presidenta y al ex presidente, pero que eso será imposible.

Encorralados

Gil no pudo evitar la carcajada: el coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, habló sobre la organización durante el informe de la presidenta Sheinbaum en el Zócalo capitalino, asegurando que legisladores y líderes morenistas estuvieron “encorralados”.

“Yo diría que no nos pusieron en orden, simplemente la Presidenta decidió poner unas vallas", finalizó Monreal. Pues a veces los hechos parecen lo que son en realidad. Aguzado, diputado.

Todo es muy raro, caracho, como diría Mario Puzo: “La fuerza de una familia, como la fuerza de un ejército, se funda en su mutua lealtad”. 

Gil s’en va


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Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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