Política

Se arregla bejuco

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Siempre que alguien desarregla algún asunto de la vida pública, Gil recuerda los anuncios que ha visto desde su más tierna infancia en las calles de la ciudad: “se arregla bejuco”. En esto pensó Gilga cuando escuchó la intervención de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, el día de los bloqueos de los transportistas y los agricultores unidos contra el gobierno de Claudia Sheinbaum.

Gil lo leyó en su periódico MILENIO en una bien trabada nota de Pedro Domínguez y la redacción de MILENIO Diario: “la Segob ve ‘motivación política’ detrás de los bloqueos de productores y transportistas y los vincula con el PRI, el PAN y el PRD”.

En ese momento Gilga recordó: “se arregla bejuco”. Si Gil no se equivoca, lo cual sería una excepción, había un tiempo en el cual los “operadores políticos” se dedicaban, mediante diversos métodos, incluso no del todo aseados si se quiere, a desactivar conflictos políticos. Al parecer esa actividad que ocurre en muchos y muchos países aquí ha desaparecido. Problemas. Arreglen bejuco, no lo desarreglen, ¿es mucho pedir? Sí.

La respuesta fue inmediata y fulminante: la Asociación Nacional de Transportistas advirtió que podría convocar a nuevos bloqueos carreteros si la Secretaría de Gobernación no atiende sus exigencias en la reunión programada para este martes. El representante de los transportistas recalcó que el hartazgo entre los conductores “es demasiado, es desesperante por la inseguridad que vivimos en las carreteras”.

El bloqueo es un humanismo

Estévez denunció que, durante los últimos siete años, cuerpos policiacos estatales y municipales han instalado retenes para extorsionar a los transportistas, pese a que, insistió, no tienen facultades para hacerlo. Gamés lo leyó así en su periódico El Financiero: “los policías estatales y municipales están invadiendo jurisdicción federal. La única facultada es la Guardia Nacional (…) El hartazgo también es por la corrupción”. El dirigente explicó que el sector busca principalmente dos medidas por parte del gobierno federal: un documento oficial que prohíba a policías estatales y municipales instalar retenes a transportistas, práctica que, aseguran, es utilizada para extorsionarlos. La instalación de una oficina de la Fiscalía General de la República especializada en delitos de robo al transporte. “Con eso estamos abiertos a seguir viendo lo demás”. Gilga cree que ese bejuco podría arreglarse, pero, ah, qué tiempos, señor don Simón.

Ahora mal sin bien, Gil no defenderá en esta página del fondo los bloqueos. Gamés lleva años repudiando los bloqueos que han permitido los gobiernos del PRI, el PAN, el PRD y Morena. ¿Por qué rayos tiene que pagar la sociedad por los problemas de los transportistas?

¿Qué hacemos con Noroña?

Gilga pregunta a quienes frecuentan esta página del fondo: ¿qué hacemos con Noroña? A este sujeto abyecto le ha dado por infamar a la viuda de Carlos Manzo, asesinado por el narco. Gamés no tiene palabras. En el pleno de la Cámara de Diputados, este troglodita se atrevió a decir esto: “la alcaldesa Quiroz de Uruapan ha decidido asumir una posición de ultraderecha fascista y se le ha despertado la ambición y buscará la gubernatura de Michoacán, pero nuestro movimiento mantendrá el gobierno de Michoacán y la mayoría de los gobiernos en disputa en 2027”. La alcaldesa Grecia Quiroz ha sufrido la muerte de su marido en un asesinato que cimbró al país.

Toc, toc: ¿nadie en Morena? ¿Alguien con cierta decencia que le diga a este Neandertal que así no, que infamar así a una mujer herida es sobre todo un agravio a Morena y a la Presidenta? Al parecer han tirado por la ventana toda sensibilidad. Le han permitido a Noroña todo, lo ven como un chimpancé de su zoológico político: no hay límites. No olvidemos que fue el ex presidente Liópez quien lo subió a la plataforma de la alta política (de alguna forma hay que llamarle).

Gil insiste: ¿nadie? Y los que escriben soflamas que traen un manicomio en sus espaldas, ¿nada? Y los periodistas combativos como Álvaro Delgado y su escudero Alejandro Páez, ¿cero? En fon, Gil pasa a retirarse a sus espaciosas habitaciones.

Todo es muy raro, caracho, como dirían en la taberna: “no jalen porque cobijan”, ¿o cómo era?

Gil s’en va


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Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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