Son tan ruines que solo tienen
personal de desconfianza.
Florestán
Hugo Chávez fue el primero que propuso en esta región el referendo de revocación de mandato en su Constitución del 30 de diciembre de 1999, como un instrumento de democracia participativa y protagónica, y Andrés Manuel López Obrador lo hizo suyo como candidato presidencial el 2 de abril de 2018.
Un mes después, el 3 de mayo de aquel año, participó en Tercer Grado de Televisa y a mi turno le pregunté sobre si haría esa consulta cada dos años, como había dicho unos días antes.
Y corrigió. No, me dijo, lo haré cada tres, a lo que le reviré que entonces sería al tercer año, a lo que enmendó: sí, al tercer año, porque no me voy a reelegir. Pero así buscó meterlo en la elección intermedia de julio de 2021, cuando estuvieron en juego 500 diputados federales, 15 gubernaturas, 30 congresos locales y mil 923 presidencias municipales, más 20 mil cargos locales entre síndicos y concejales.
Ya presidente, el 14 de marzo de 2019 envió la iniciativa, pero la mayoría opositora la rechazó y la aprobó para marzo de 2022, para que no influyera y él no pidiera, como en 2018, el voto en línea.
Así, el 10 de abril de 2022 se llevó a cabo la primera consulta de revocación, que él convirtió en ratificación, y que fue decepcionante pues participó 17.77 del padrón, a pesar de haber movido a todo Morena, cuando para hacerla vinculatoria la Constitución hablaba de 40 por ciento y en el mismo sentido.
Ahora insiste en modificar la Constitución para que la presidenta Claudia Sheinbaum sea sometida a la revocación en las intermedias de 2027 y meterle más presión a un proceso que va por 17 gobernadores, 500 diputados federales, 31 congresos locales, mil 700 alcaldías y la mitad del Poder Judicial.
¿Para qué quiere López Obrador asediar más la gestión de Sheinbaum?
No lo sé. Pero tengo claro que la decisión será solo de la Presidenta y no de él, por más que insista en vender caro, carísimo, su amor y ver si se lo compra, lo que yo ya dudo, aunque él insista.
Por eso lo hace ahora.
RETALES
1. MARCA. El gobierno de Sheinbaum ha retomado aquella marca icónica y mundial de Hecho en México. Hoy la ex panista Gabriela Cuevas, que tiene un cargo en el gobierno de Morena, la eliminó del Mundial de Futbol, el año que viene;
2. PRESIÓN. Hablando de Cuevas, apoyada por un penalista, quiere que la Presidenta se deshaga de la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, para llegar al gabinete. Se la quiere jugar a Sheinbaum. No la conoce; y
3. PRUEBA. Esta tarde es la marcha al Zócalo por el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, tras el caos de las del 2 de octubre y 15 de noviembre. Entonces la Presidenta reclamó la imprevisión porque al final la crisis es para ella, no para el gobierno de la ciudad. A ver si contratan o no al bloque negro.
Nos vemos mañana, pero en privado