Gil está plácemes. No había pasado ni una hora después de que Fátima Bosch ganó el codiciado premio de Miss Universo cuando el escándalo estalló como un petardo en el corazón de la moda y el modo. Reconocidos medios, ji, redes sociales, periódicos, radio y televisión anunciaron que se había tratado de un fraude. Oh, sí.
Tabasco es el edén de los escándalos de Morena, en realidad, a cada paso Morena provoca un escándalo: dos jurados renunciaron: que el premio se arregló, que el dueño de Miss Universo, sí, es una empresa que le perteneció a Trump hasta 2015, es socio del papi de Fátima, alto funcionario de Pemex, un mugrero de esos que sabe hacer Morena.
Veamos: Omar Harfouch (no confundir con el secretario de Seguridad), jurado del certamen (Gil siempre ha querido escribir certamen) llamó a la mexicana “falsa ganadora”. El pianista renunció como juez en pleno concurso y acusó la existencia de una “votación secreta” para preseleccionar a las 30 finalistas; además, dijo que estaba pactado que ganara Fátima”. ¿Cómo la ven? Sin afán de cosificar a la mujer.
Luego, el ex jurado Harfouch señaló que el mexicano Raúl Rocha, presidente de la organización Miss Universo tiene “negocios” con Bernardo Bosch Hernández, papá de Fátima Bosch y asesor del director general de Pemex Exploración y Producción. Ajá, aquí había gata encerrada. Y ni le digan nada a Gamés porque ya de por sí el premio es una vergüenza para las mujeres. ¿O ahora en Morena ya vamos a defender los concursos de belleza? Sí, las formas del pueblo bueno: a ver desfilen en trajes regionales que desde luego no existen, ahora salgan a caminar en traje de baño, pas mal; por favor, hablen y digan mil tonterías. ¿La presidenta Sheinbaum defenderá ese espectáculo bochornoso? Júrenlo que sí.
Ahora mal sin bien, en las redes sociales oficiales, la “familia petrolera” de Pemex felicitó a Fátima Bosch por su triunfo en Miss Universo 2025 y destacó que es “hija de nuestro compañero Bernardo Bosch Hernández”. Es que de veras. Permítanle a Gil esta poesía breve: navegan con bandera de pendejos y son pendejos.
Contrato
Sigamos: la polémica se fue al cielo cuando se difundió que Pemex dio un contrato de 745.6 millones de pesos al mexicano Raúl Rocha Cantú, dueño del 50 por ciento de Miss Universo y ex propietario del Casino Royale. Ándale. A ver qué dicen los periodistas independientes y combativos, reputados y siempre reconocidos como investigadores, ji, Álvaro Delgado y Alejandro Páez. Por cierto, a ese trabajo se le llamaba en el pasado prensa vendida, pero no nos desviemos.
Según documentos consultados por su periódico El Universal, los contratos en cuestión fueron otorgados en 2023 por licitación pública a Servicios de México S.A. de C.V y Soluciones Gasíferas del Sur S.A de C.V., esta última propiedad de Rocha Cantú.
Entusiasmo popular
Pemex aclaró en un comunicado que en febrero de 2023 firmó un contrato por 11 meses con el consorcio integrado por Servicios de México y Soluciones Gasíferas del Sur, pero actualmente no mantiene ninguna relación contractual vigente con dichas compañías. En su tarjeta informativa, Pemex mencionó que “no tiene injerencia con los directivos del certamen internacional Miss Universo y que la publicación de felicitación a Fátima Bosch Fernández se realizó en el marco del entusiasmo popular por su triunfo”.
Gil cayó sobre la duela de cedro blanco en peligroso ataque de risa, “en el marco de entusiasmo popular por el triunfo”. Como dice el filósofo: ni la burla perdonan. Lean la justificación: “Pemex reitera su compromiso en el cumplimiento de las acciones que refuercen la ética e integridad de sus trabajadores, así como, la lucha contra la corrupción al interior de la institución”.
Ya para terminar esta entrega: Fátima es hija de Vanessa (hermana de Mónica Fernández Balboa, titular del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado) y de Bernardo Bosch Hernández, ingeniero egresado de la Ibero.
Todo muy bonito: devuélvanle a Morena su premio de belleza impoluto, no lo ensucien con vilezas. Es que de veras.
Todo es muy raro, caracho, como diría Francis Bacon: “La belleza es como la fruta temprana, fácil de corromperse y de poca duración”.
Gil s’en va
