Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil vio el primer debate de los candidatos a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Gamés siempre lee y oye a sus colegas hablar de las propuestas para atraer votantes, pero siempre acaban hablando de la forma de vestir, del carácter, de la contundencia con que hablan, de los golpes que se reparten. Seguramente los debates estan hechos de todo esto: algo de box callejero, un poco de arte dramático, trapos al sol, pasado negro y algunas ideas, no muchas.
Gil cavilaba sobre estos asuntos mientras escuchaba los intercambios de Clara Brugada, Santiago Taboada y Salomón Chertorivski. Por cierto, Gil quiere saber quién ha sido el genio que le propuso a Brugada la idea del “chilango moment” para referirse a las campañas y los próximos comicios en la ciudad. No jalen que descobijan, “chilango moment”, qué ingeniosos. A Brugada le pusieron una silla más pequeña, apenas le asomaba la cabeza; a Taboada lo peinó la mano espiritual de Alfredo Palacios; de las palomitas de Chertorivski, no comments, para el siguiente debate igual y saca una paleta de caramelo macizo para demostrar que sus contendientes son infantiles. Al de la idea de las palomitas hay que subirlo al potro. Palomitas…
Tercia
Según Gamés, Taboada es más ágil que sus adversarios, se mueve más rápido, escurre el bulto y se acerca más a las clases medias. Brugada le pareció a Gilga forzada y perseguida por el perro del lenguaje, pero trae la maquinaria completa de Morena, quien revise las toneladas de propaganda sabrá a qué se refiere Gilga. El más armado conceptualmente, Chertorivski, no conecta, considera Gamés. Se puede perder un debate si el candidato se inventa un carácter para ese día: alegría y confianza, una boutade insostenible. Pero sus ideas son inteligentes. Entre sus propuestas está impulsar la modernidad en la educación y proyectar una política que fortalezca las empresas y que a estas no las extorsionen ni las alcaldías ni el crimen organizado.También señaló que el Aeropuerto Internacional Benito Juárez debe salir de la capital, pues ya no es funcional ni seguro.
Brugada: la creación de 100 Utopías, que son centros que creó en Iztapalapa, en los que se encuentran albercas, salas de conciertos, teatro, danza, gimnasios, espacios para adultos mayores, áreas verdes y casas para prevenir violencia. Además de resaltar que se reforzarán los programas sociales ya existentes, en materia de transporte público, Clara Brugada dijo que construirá cinco nuevas líneas de Cablebus, así como la creación de dos líneas de Metrobus, una en Circuito Interior y una más en Periférico.
Taboada presentó sus propuestas: blindar la CdMx de los delincuentes. Agua para todos, vamos a arreglar las fugas y reutilizar el agua, captar la de lluvia. Mejorar el transporte público. Salud total, seguro popular y abasto de medicinas, cobertura universal para niños. Ciudad de oportunidades, salario rosa chilango, estancias infantiles y escuelas de tiempo completo y arreglar todas las escuelas públicas.
¡Gracias!
Gil se abría paso entre las páginas no del todo modestas de ¡Gracias! Obra mayor de Pedro Miguel, perdón, del Presidente, a veces a Gil se le bota la canica. En el capítulo dedicado a los videoescándalos, Liópez afirma de sí mismo que resistió porque como dirigente político de oposición y como servidor público “he demostrado que no transijo ante componendas o actos de corrupción. En esos momentos difíciles, siempre dije la verdad: reiteré que nunca conocí a Carlos Ahumada, que nunca supe que existía relación entre él y Gustavo Ponce, que no sabía de la adicción de éste por el juego y que René Bejarano nunca me solicitó nada a favor de Ahumada o de sus empresas”. Ay, Pedro, digo, President, de acuerdo, de acuerdísimo, la verdad es que nadie sabe nunca nada.
Hay frases del President que deberían inscribirse en letras de oro en Palacio Nacional, juntos a otras como “los valientes no asesinan”, “si tuviera parque no estaría aquí”, “la Patria es un bar”; dice Liópez: “Salí de esta trampa por la suerte y la intuición política”. Qué entenderá Liópez por suerte: ¿alianzas indecibles, amenazas, denuncias, la mano de Dios nuestro Señor?
Todo es muy raro caracho, como diría Alfonso X, El Sabio: “Los cántaros, cuanto más vacíos, más ruido hacen”.
Gil s’en va