Repantigado en el mullido sillón de su amplísimo estudio, Gil meditaba: durante su primer Informe de gobierno, Clara Brugada sostuvo que se han reducido los homicidios dolosos y delitos de alto impacto, en la capital, 10% y 12%, respectivamente. Solo Dios sabe en qué cifras se basan los números de la jefa de Gobierno, pero Gamés recordó el famoso dicho del ex presidente Liópez: “hay más violencia, pero menos homicidios dolosos”. Así las cosas, las casas y los ranchos (muletillas patrocinadas por Pepín), Brugada pudo decir: “se han reducido los delitos de alto impacto en la capital, pero hay más violencia”.
En páginas contiguas de su periódico MILENIO, Gilga leyó el artículo de Carlos Puig: “Qué está pasando en Ciudad de México”. El abogado David Cohen caminaba en lo que se conoce como Ciudad Judicial, muy cerca de la Fiscalía General de la República, cuando un joven burló a sus escoltas y le disparó en la cabeza. Recuerda Puig que hace algunos días, en Polanco, Micky Hair fue ejecutado a las afueras de su salón de belleza. Un concursante de un programa de televisión murió asesinado en el Periférico. Desde luego, dos de los más cercanos colaboradores de Brugada murieron durante un atentado: Ximena Guzmán y José Muñoz.
Balazos a la luz del día, crímenes no aclarados, inseguridad para todos los que estuvieron cerca de estos asesinatos, pero resulta que han disminuido los asesinatos de alto impacto. En fon.
Contra los cárteles
“No más cárteles inmobiliarios en la Ciudad de México”, dijo Brugada y la bancada del PAN se retiró del recinto de Donceles. Gran escándalo, gritos y sombrerazos.
La jefa de Gobierno resaltó, eso sí, que ya inició la construcción de 14 Utopías, una de las principales promesas de su administración. En materia de movilidad, destacó que se han iniciado los trabajos para la construcción de tres nuevas líneas de Cablebús, una de ellas (la de Tlalpan) con apoyo del gobierno federal, además de que el próximo 16 de noviembre abrirá el tramo pendiente de la Línea 1 del Metro.
Envuelta en la bandera del triunfalismo, Brugada explicó que en presencia de los alcaldes de la capital y durante 145 días, su gobierno evaluó los sectores de seguridad y recibió información para tomar decisiones y definir las estrategias para la construcción de paz. No dejen de construir la paz, me cae.
Desapariciones
Gil ofrece a la lectora y al lector estos datos que aparecieron en su periódico El Economista en una nota de Rolando Ramos. De acuerdo con los datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas, desde el 5 de octubre de 2024 —cuando asumió funciones Brugada— y hasta el día de ayer, se habían reportado 2,506 casos pendientes de resolver en la capital.
Esta cifra coloca a la Ciudad de México como la segunda del país con más casos, en el mismo periodo, detrás del Estado de México en donde hay 5,921 desapariciones.
En su discurso Brugada afirmó que atender las desapariciones en la capital es una prioridad de su gobierno. Indicó que se creó el Gabinete de Búsqueda de Personas y se establecieron 20 acciones en coordinación y de la mano con las familias buscadoras. De la mano, mju, sip, anjá.
Brugada: “Y allí tenemos un conjunto de propuestas que una a una se han venido cumpliendo. El protocolo homologado y unificado de búsqueda inmediata, la creación integral del padrón de búsqueda de personas. Ya una familia buscadora no tiene que ir a la Secretaría de Gobierno y luego ir a la Fiscalía y también ir a la Policía, hay un solo lugar donde están tres instituciones coordinándose para enfrentar este terrible delito”.
Caray, magnífica noticia, las familias de los desaparecidos ya sólo tienen que ir a una oficina a declarar que uno de sus seres queridos ha desaparecido. Lógica de cemento armado. “No descansaremos mientras haya una sola persona desaparecida".
Otros problemas de la ciudad no menos importantes: la actividad del crimen organizado, la extorsión, el robo en transporte público, la violencia familiar. Las cifras le dan a la Ciudad de México uno de los primeros lugares si se trata de violencia.
Todo es muy raro, caracho como diría Thomas Jefferson: “La fuerza de la opinión pública es irresistible cuando se le permite expresarse libremente”.
Gil s’en va