Cultura

El viajero de otra estrella

  • 30-30
  • El viajero de otra estrella
  • Fernando Fabio Sánchez

Pausemos la serie sobre la Luna —que hemos leído en las últimas semanas— para hablar de noticias que nos vienen del espacio: el viajero 3I/ATLAS.

Un objeto no identificado entró en nuestro sistema solar. Algunos dicen que es un cometa; otros, basados en análisis de composición —y no solo en especulaciones— sugieren que es una nave espacial.

Fue descubierto el 1 de julio de este año por el proyecto ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System), en El Sauce de Río Hurtado, Chile.

Es el tercer objeto conocido que atraviesa nuestro Sistema Solar, con una trayectoria que proviene de otra estrella, quizá de una región remota de la Vía Láctea.

Así obtuvo su nombre: tercer cuerpo interestelar, detectado por el telescopio ATLAS.

Los primeros dos fueron 1I/ʻOumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019.

De ser un cometa, 3I/ATLAS podría tener más de 7 mil millones de años de antigüedad, más viejo que nuestro propio vecindario solar.

Su trayectoria es abierta e hiperbólica, por lo que viajará solo una vez por nuestro rumbo, acercándose al Sol para escapar otra vez hacia el espacio interestelar.

Desde su avistamiento, el objeto causó nerviosismo. ¿Representa un peligro para nuestro planeta? ¿Correremos el riesgo de otras especies? 

¿Se cumplirá la historia de Don’t Look Up (2021), filme que narra la colisión de un cometa con la Tierra?

Luego se comprobó que no había posibilidad de choque con nuestro punto azul.

Sin embargo, hubo un elemento que activó las alarmas de los científicos más imaginativos: la propia trayectoria del cometa.

El 3I/ATLAS ingresó por las inmediaciones de Júpiter. Penetró hasta el borde de la zona interna entre Marte y el Sol en octubre.

En este momento se encuentra justo del otro lado del Sol y es difícil observarlo desde la Tierra.

Científicos —como Avi Loeb de la Universidad de Harvard— indicaron que es muy extraño que este cuerpo viajara justo por la elíptica de los planetas.

Es decir, lo hizo por la autopista de los planetas, y no por arriba, como un avión, o por debajo, como un tren subterráneo, o a través, como un cohete.

Si un planeta hubiera estado en la trayectoria, estaríamos narrando un desenlace espectacular o catastrófico.

Pero eso no es todo: el tamaño y la composición de este cuerpo difiere de los cometas interplanetarios.

Contiene una alta concentración de níquel, muy similar a la del fuselaje de las naves espaciales.

Estos y otros datos han hecho pensar a este grupo de científicos que 3I/ATLAS sigue una trayectoria diseñada por una inteligencia no humana, como si fuera una flota que examina nuestro sistema.

Se esconde de nuestro ojo como un ente militar que se agazapa en el secreto, esperando actuar.

Pronto sabremos si 3I/ATLAS continúa su camino por la Vía Láctea o se ha desviado para visitar nuestra amada Tierra.

Lo cierto es que este Faetón interestelar nos revela una vez más quiénes somos y cómo pensamos.

Además de nuestro miedo a la extinción —que paradójicamente no parece detonar el calentamiento global ni los inmensos huracanes—, la imaginación le atribuye las mismas características de los personajes mitológicos.

El propio nombre 3I/ATLAS evoca al titán que sostiene al mundo en sus brazos por la eternidad.

Y sentimos que quizá existan otros seres más antiguos que nosotros, más inteligentes y poderosos, que ahora asoman su rostro como surgidos de nuestros propios libros y relatos.

¿Quién le dio origen a quién?

Los mantendré informados. Ahora sí, continuemos con la mitología de la Luna… si no es que el 3I/ATLAS marca otra necesidad.


fernandofsanchez@gmail.com

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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