Policía

Sobre la energía de un barco

BITÁCORA PERIODÍSTICA “DIE ANDERENAUGENANBORD” / CAPÍTULO VII

Una de la pasajeras de La Montaña usando un pasamontañas. María Secco
Una de la pasajeras de La Montaña usando un pasamontañas. María Secco

Me llamo Carl y vengo de Hamburgo. Soy ingeniero de construcción naval y conozco el Stahlratte (Rata de Acero) desde hace más o menos cinco años. He terminado en este viaje por un golpe de fortuna.

Encuentro con los zapatistas

Yo creo que en este barco nos dimos cuenta rápido de que nos sentimos unidos. Al principio, durante el primer saludo, estábamos todos aún algo tímidos y tuvimos problemas en aprendernos los nombres, pero después empezamos rápidamente a hablar y entrar en contacto y eso de una manera muy abierta.

Yo tengo problemas con el español. Por ejemplo, aquí en la mesa le contaba a Bernal y a Felipe que me alegra mucho que en las próximas semanas voy a hablar más que nada español, porque así lo puedo aprender más y entonces ellos me dijeron que también están felices de que aprender mejor español y ahí me di cuenta de que esto es algo recíproco y que también ellos se esfuerzan, o mejor dicho, que para ellos esta es una oportunidad para. Eso fue, por ejemplo, un encuentro.

Para mí es algo muy emocionante cuando nos intentamos contar y enseñar cosas de nuestras vidas. Por ejemplo, cuando Yuli practica con Lulu sobre la forma de manejar el barco. Doscientas toneladas en tus manos por primera vez. O Bernal y yo cocinando un curry, lo cual él no conoce porque él me contó que comen más que nada maíz y frijoles, sin muchos condimentos. O cuando él me enseña a decir “Buenos días” y que uno diferencia gramaticalmente entre un grupo de dos personas y un grupo de tres personas.

Este tipo de cosas le abren a uno nuevos horizontes y lo hacen avanzar, expanden la percepción y esas experiencias son muy importantes, justamente es algo muy fuerte estar en un barco europeo pasando tanto tiempo juntos y llegando a este intercambio cultural y que no es unilateral de ninguna manera, sino que es una reunión y una adhesión de diferencias que llevan a algo nuevo y positivo. Esto es lo mágico de éste barco y lo mágico de lo largo del viaje

Sí, me impresionó mucho ver qué tan fuerte es ésta gente y qué tanta fuerza está detrás de su lucha, que incluso con lo desagradable de la navegación, que al principio también me costó a mi con olas de dos o tres metros y del tamaño del barco mismo, todo balanceándose, todo se mueve, cosas caen al suelo, todo huele a gasolina y lo más normal es sentirse mareado.

Al principio tuvieron algunos problemas pero aun así siempre intentaron integrarse, hablar, venir para arriba. Hemos tenido en este barco casos totalmente distintos de personas que se encierran y que uno no las ve por 3 días, pero este no es el caso de los zapatistas, tuvieron uno o dos días de problemas y después hicimos una pausa corta en una bahía frente a Cuba y ésa pausa le dio nueva energía a la gente y después se podía notar que los mareos desaparecieron. Todos estaban arriba pasándola bien e incluso disfrutaban el entorno en el que se encontraban. También comenzaron a disfrutar las olas y los movimientos fuertes, porque al final tiene mucho que ver con energía y esta se siente muy fuerte aquí a bordo. Contra esta energía no hay mareo que gane.

En mi opinión, Europa tiene o va a tener que luchar con su historia en los próximos años y va a tener que haber un cambio porque nos mentimos mucho a nosotros mismos principalmente.

Creemos que somos una cultura muy moderna y avanzada e ignoramos nuestros propios problemas, por ejemplo los muchos refugiados en el Mediterráneo o los muchos vagabundos sin hogar que justamente con la crisis de Corona han tenido tiempos muy difíciles. Yo creo que justamente ésta crisis de Corona le va a abrir los ojos a mucha gente y nos muestra además lo delicado que es el sistema sobre el que estamos parados. Al final es todo… En Europa nos hemos construido más o menos un castillo de bienestar a costa de muchas, muchas personas y el fundamento está enfermo y tenemos que reconocerlo. Tengo mucha ilusión de que los zapatistas nos ayuden a reconocer, por un lado los errores que cometimos hace ya cientos de años y además a reconocer que aún cometemos estos errores y no hacemos nada para corregirlos y que no vemos hacia el futuro. Pagamos nuestro bienestar con nuestro pasado y con nuestro futuro y esto no se puede quedar así.

Estamos más o menos aislados del influencias externas, nos podemos concentrar en lo esencial y ahí nos damos cuenta de que de alguna manera nos equivocamos como humanidad, no sabemos cómo ser felices, no sabemos lo que significa avance, le hemos dado una definición muy técnica a esta palabra y sabemos muy bien que no tenemos ningún concepto sobre cómo debería ser la sociedad del futuro. Mundialmente.

Una sociedad sin guerras, sin conflictos que sean violentos y por esta razón estas preguntas nos afectan de una manera mucho más profunda que una pandemia que viene y se va, pero no se queda para siempre, pero nosotros quedamos como humanos y como tales tenemos que encontrar un balance, con nosotros mismos, con nuestro alrededor y esa exactamente es la lucha por la vida o la muerte.

Esas son las dos preguntas, se trata de: ¿somos capaces, como humanidad, de una vida juntos en este planeta o no? Y estas preguntas son mucho más importantes que todo lo que circula en los medios. Ya sea cambio climático o la pandemia de Corona o yo qué sé… Son tantos problemas y lo más interesante de todos estos problemas es que todos desembocan en darnos cuenta de que no somos capaces de sentarnos en paz y ser felices, sin nada más. Esto es algo que tal vez los zapatistas nos pueden enseñar. 

Estuvimos antes en Isla Mujeres rodeados de una nube de fans y de prensa y salimos con la calma del mar, bueno, de mar revuelto, tambaleante y fresco y nos dimos cuenta después: “tenemos que hacer una pausa, no podemos doblar tan rápido a Cienfuegos y seguir así” y nos tomamos un día libre en la bahía de María la Gorda donde por un tiempo corto, lejos del resto del mundo pudimos compartir tiempo con toda la tripulación a bordo, sin tener que luchar contra la naturaleza o las olas y así.

Y este tiempo corto fue el que nos hizo sentirnos como una unidad y con las fuerzas conjuntas seguimos hasta Cienfuegos contra olas aún más altas. Teníamos la esperanza de que las olas fueran menos pero justo en la tarde en la que salimos el oleaje se intensificó, con olas más altas y todo el barco bailaba, y de verdad se sentía como un baile y no como una lucha contra las olas. A partir de ahí el viaje se hizo más sencillo y ahora estamos aquí en Cienfuegos donde aún queremos hacer algo de mantenimiento porque aquí tenemos la oportunidad de trabajar en calma. A causa de la pandemia de Corona no hay ni turistas ni prensa aquí y se nos deja en paz y ahora tenemos la oportunidad de prepararnos como grupo, tal vez mentalmente para el gran viaje que se viene y después salimos en dirección a Azores.

Sí, el plan va a ser, y esto es algo nuevo en este barco, por lo menos desde que yo soy parte del equipo, vamos a intentar hacer desaparecer la separación entre la tripulación y los invitados para crear una gran tripulación. Significa que, junto con los zapatistas, vamos a llevar a cabo todas las tareas juntos: navegar, darle servicio a la máquina, vamos a cocinar y limpiar juntos y vamos a hacer de este viaje uno homogéneo, donde cada quien va a poner su grano de arena para que lleguemos seguros a los Azores. Eso nos va a llevar más o menos tres semanas y desde los Azores vamos a seguir navegando a Vigo, España.


Google news logo
Síguenos en
Diego Enrique Osorno
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.