“La productividad nunca es casualidad. Siempre es el resultado de un compromiso con la excelencia, una planificación inteligente y un esfuerzo concentrado.” – Paul J. Meyer. Autor, escritor experto en liderazgo.
Alguna vez, platicando con un amigo, me contaba sobre la frustración que sentía respecto a la falta de oportunidades en la organización en la que estaba. A su ver, había llegado al tope de su “línea de crecimiento natural”, es decir, que en área ya había topado con el techo.
Cuando le pregunté sobre el programa de desarrollo de talento interno y las alternativas en otras áreas, me puso cara de “¿what?”; cuando reviré y le pregunté sobre en qué otra área podría poner en práctica sus habilidades y competencias, su cuerpo proyectó el desánimo sobre el tema.
Como coach, es desalentador cuando un consultante no percibe rutas de acceso a un mejor estado de vida personal o profesional. Pero también es frustrante cuando el mismo consultante no ha tenido la iniciativa de formarse, a pesar de tener ya unos buenos años trabajando, y alcanzar un nivel de Seniority que podría abrirle más puertas.
El concepto Seniority se refiere a la experiencia, la categoría y la veteranía de una persona en su profesión, dentro o fuera de una organización.
Traducirlo como "antigüedad", es enfocar sólo el factor tiempo que se lleva ejerciendo o en un puesto, y excluir el conjunto de habilidades relevantes que distinguen a un profesional con madurez: conocimiento, autonomía, influencia, liderazgo, gestión, toma de decisiones… todos, resultados de hábitos y disciplina de desarrollo bien tuneados y enfocados en la consolidación de los talentos personales.
Ahora, integrar este concepto en la planeación estratégica organizacional, mejoraría el sentido de pertenencia y la permanencia y trayectoria del colaborador, lo que traería mayor productividad y rentabilidad, preservando el conocimiento institucional, entre otros beneficios.
Seniority es retorno de inversión en conocimiento. Un profesional Senior es un activo que no se deprecia, se multiplica. Así que si eres colaborador, o eres que RRHH, o dueño de una empresa, ¡ayúdate! Ten un plan de desarrollo de habilidades y competencias, apóyate con un especialista en formación de capital humano, y minimiza problemas de fuga de talento.
Porque, aunque dudes, ya hay quienes tienen sus maletas listas para renunciar y/o cambiarse, porque creen que ya no tienen oportunidades.
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