Aludiendo a Carlos Manzo Rodríguez, el presidente municipal de Uruapan que acababa de entrevistar para El asalto… de MILENIO Tv, el 23 de septiembre titulé aquí mi texto Qué temeridad tiene el del sombrero (como también se le conocía).
Y vaya osadía la suya en su tenaz denuncia de la pasividad y pachorrudez de los gobiernos morenistas de Michoacán y la República frente a la violencia de las bandas Jalisco Nueva Generación, Los Caballeros Templarios, Los Viagras, Pueblos Unidos y Los Blancos de Troya. Tanta que antier sábado 1 de noviembre, por la noche, fue asesinado pese a que contaba con la “protección” de policías municipales de su confianza y 14 efectivos de la Guardia Nacional.
“La noche del 15 no hubo en Uruapan Grito de Independencia. El ayuntamiento la canceló”, escribí. El alcalde presidió un mitin multitudinario en el corazón de su ciudad para honrar a un policía del ayuntamiento asesinado el día anterior.
Sin festejo y sin embargo, miles de uruapanenses (…) se reunieron para escuchar el desesperado mensaje de su alcalde:
“Hoy en muchas plazas se va gritar ‘¡Viva la Independencia de México!’, y yo pregunto si se puede gritar eso ante un país ensangrentado, ante un país con narcopolíticos, ante un país donde las corporaciones y las fuerzas de seguridad están contaminadas, o si acaso podemos sentirnos libres cuando no podemos disfrutar de nuestros derechos, gritar que viva la libertad, si estamos esclavizados día con día a ese tipo de hechos que nos generan miedo, que nos generan incertidumbre”. Dijo entonces, y arengó:
“Los invito a que digamos ¡Viva! ¡Viva Vidal Brígido Guzmán! ¡Viva Vidal Brígido Guzmán! ¡Viva Vidal Brígido Guzmán!, y vivan las luchas para tener un Uruapan independiente, libre, como lo hizo nuestro compañero policía y como lo han hecho muchos mexicanos, muchos compañeros de seguridad pública, y ¡Viva México!, porque México, Uruapan y Michoacán no pueden morir por la amenaza de la narcopolítica y la delincuencia organizada…”.
Advirtió entonces que si no hay atención por parte del gobierno federal y la justicia, “vamos a dejar que el pueblo haga justicia por su propia mano (…). Si va a haber muertos, también va a haber muertos de la delincuencia, porque no nos vamos a dejar. La gente ya está cansada...”.
No sé de ningún otro gobernante, en los tres niveles de la administración pública, que hablara con tal desparpajo de lo que prefiere eludir. Entre los casi dos mil 500 que hay en México, no sé de otro alcalde con tanto carácter y valiente determinación para exhibir la insuficiencia y falta de apoyo del obradorato para combatir a los delincuentes.
Vidal Brígido Guzmán es el único policía asesinado en Uruapan y eso le bastó a El del sombrero para suspender la fiesta del 15 de septiembre.
En el país la delincuencia mata a un policía cada día y solo en Guanajuato van 33 en lo que va del año. En 2024 asesinaron a 23 en Celaya.
A Carlos Manzo le fue suficiente uno para alzar su voz como nadie nunca…