Política

Un rescate de lo más incómodo

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La noticia del martes fue como una gran ola inesperada: que “la Marina mexicana rescató” en aguas internacionales, al suroeste de Acapulco, al único sobreviviente de una de tres lanchas bombardeadas por la Marina estadunidense.

Según Estados Unidos no eran barcos “pesqueros”, sino parte de los cientos de pequeños navíos que, entre bultos con droga, personas y armas, se confunden con la espuma del mar.

El secretario de Guerra de ese país, Pete Hegseth, justificó el bombardeo porque “todos los ataques se llevaron a cabo en aguas internacionales”.

El Comando Sur, informó, “inició inmediatamente los protocolos” para el salvamento del superviviente.

“Las autoridades mexicanas aceptaron el caso y asumieron la responsabilidad de coordinar el rescate”, dijo, y aseguró que con drogas “los narcoterroristas han matado a más estadunidenses que Al Qaeda…”.

Antier mismo cundió la versión de que la persona ya había sido rescatada, pero resultó falsa.

El eventual auxilio mexicano al “terrorista” plantea interrogantes y entraña paradojas múltiples. ¿EU pidió rescatarlo por las mismas “razones humanitarias” con que la presidenta Claudia Sheinbaum justifica la voluntad de rescatarlo? ¿Conviene a México que haya más sobrevivientes y salvarlos?

Ni Hegseth ni Sheinbaum han aclarado si ese hombre sería entregado a EU o México lo acogería de manera indefinida. Si para el gobierno de Trump es (o fue) un “terrorista”, se trataría de un “enemigo” de esa nación al que México difícilmente, es de suponerse, brindaría protección.

De cubrirse los trámites (que para empezar entrañan la plena identificación de esa persona), EU podría solicitar su extradición, pero de complacérsele se contradiría lo “humanitario” del rescate mexicano.

Suele alegarse que las lanchas bombardeadas son “de pescadores”, pero en imágenes es claro que llevan tres y hasta cuatro motores fuera de borda para largos recorridos (por el Pacífico y el Caribe), cargadas con decenas de pacas repletas, dicen, de cocaína procedente de Colombia, Venezuela y Ecuador.

Antier también, cuando parecía que se había rescatado al desventurado ser, el secretario mexicano de Seguridad, Omar García Harfuch, informó que en 28 días fueron incautados 33 mil 800 kilos de droga, 46 mil 336 pastillas de fentanilo y que se dio un aseguramiento “histórico en ultramar” de ocho mil kilos de cocaína.

El 17 de octubre, en el puerto Lázaro Cárdenas, la Secretaría de Marina aseguró dos embarcaciones con 12 personas a las que se atrapó con más de dos mil 800 kilos de cocaína, que se suman a los casi 12 mil kilos confiscados en lo que va del mes. Y ha sido frecuente la recuperación de centenares de bultos de cocaína flotando en las costas del Pacífico mexicano, exhibidos por la Marina en muelles y cubiertas de sus barcos.

Por eso Hegseth advirtió que los “terroristas” serán tratados como los de Al Qaeda, “de la misma manera: los rastrearemos, los conectaremos con redes y luego los cazaremos y eliminaremos…”.


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Carlos Marín
  • Carlos Marín
  • cmarin@milenio.com
  • Periodista con 55 años de trayectoria, autor del libro Manual de periodismo, escribe de lunes a viernes su columna "El asalto a la razón" y conduce el programa del mismo nombre en Milenio Televisión
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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