La semana pasada se estrenó, en el Teatro Silvia Pinal de Ciudad de México, uno de los espectáculos más famosos del mundo.
Le estoy hablando de un “show” con una historia riquísima que comenzó como una humilde ocurrencia en el Nueva York de 2006 y que creció, creció y creció hasta convertirse en un fenómeno que se la ha pasado llenando teatros.
Primero ahí mismo, en Estados Unidos. Luego en Londres. Posteriormente en Melbourne. Poco después en Buenos Aires y así hasta llegar a muchos otros países más.
Esto es, literalmente, una locura que ha impactado tanto en términos sociales que ha sido punta de lanza de innumerables campañas de salud física y mental.
Le encanta al público, pero también a los programas de televisión, a la prensa de espectáculos y a los “influencers”.
Se llama “Twisted Broadway” y es una combinación de concierto con ballet que toma muchas de las canciones más famosas de algunos de los musicales más queridos de Broadway, pero cambiando el género de los intérpretes.
En el caso muy específico de “Twisted Broadway México” son números musicales que originalmente fueron diseñados para mujeres pero que aquí son cantados por hombres.
El resultado es una bomba preciosa, asombrosa y poderosísima que reinventan clásicos como “Chicago”, “Cabaret” y “Burlesque”.
“Twisted Broadway México” es el principio de algo importante, de un cambio que nos obliga a repensar historias que antes sólo le pertenecían a las mujeres.
¿Sabes usted todo lo que se le puede mover a uno, como espectador, mirando una joya de los mejores musicales de todos los tiempos, como el “Cell Bock Tango” de “Chicago”, sustituyendo a todos esos personajes femeninos por masculinos?
Es un golpe al alma, un acto de justicia, algo que hasta hace muy pocos años hubiera estado prohibido.
No son drags, no son hombres vestidos de mujer. Son hombres empatizando con los personajes femeninos de esa obra.
Ahí sí no hay manera de que uno no se sensibilice sobre las cuestiones de género. Es sufrir, es gozar, es amar, es vivir como sufren, como gozan, como aman y como viven las mujeres.
Sí me interesa aclarar este punto porque no faltará quien suponga que esto es un “show” de nicho sólo para homosexuales o, peor tantito, una puesta en escena que cancela a las mujeres.
¡No! Independientemente de que sí vemos mujeres en escena, “Twisted Broadway” es uno de los más hermosos homenajes que el teatro mexicano le ha hecho a las mujeres en los últimos años.
Además, el reparto es está encabezado por pura celebridad de la historia de los musicales en este país como José Antonio López Tercero (“El fantasma de la ópera”), Luis René Aguirre (“Cats”) y Elías Ajit (Los miserables”), entre muchos otros titanes más.
Yo necesitaría varias columnas completas para detenerme actor por actor, bailarín por bailarín, canción por canción, anécdota por anécdota.
Es una producción enorme que no le pide nada a nadie y que le da trabajo a decenas de personas entre cantantes, bailarines, músicos, escenógrafos, vestuaristas y todo eso que normalmente no recibe reconocimiento pero sin lo que el teatro musical no existiría.
Sí hay que felicitar públicamente a Gabriel Astralaga, el genio que hizo posible esto para nuestro país. No cualquiera tiene el valor para invertir en algo tan fastuoso. ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravísimo!
Cuando veo estos trabajos no puedo evitar llenarme de orgullo y entender, como dicen en Los Metro, que Ciudad de México sí es una de las grandes capitales teatrales del mundo.
Luche por ver ya “Twisted Broadway México” en el Teatro Silvia Pinal. Le va a gustar. De veras que sí.