Hoy tenemos un acontecimiento mediático total: la llegada a México de Maricón perdido.
¿Qué es esto? Una gloriosa serie española cuya primera temporada está planteada en seis capítulos de media hora. ¿Por qué es un acontecimiento mediático total? Porque nos llega por tres vías:
La primera, en la industria de la televisión de paga. Los capítulos uno, dos y tres de este proyecto, se van a estrenar esta noche, en punto de las 22:00, por el canal TNT.
La segunda, en la industria de los sistemas de distribución de contenidos en línea. A partir de hoy todos los episodios de Maricón perdido ya están disponibles en la plataforma HBO Max.
Y la tercera, en redes sociales. Este proyecto es tan importante que tendré el honor de charlar con Bob Pop, su creador, en un live de Instagram en la cuenta de TNT esta tarde a las 13:30 horas.
¿Por qué tanto escándalo? Porque estamos hablando de un nivel de entretenimiento mucho muy superior donde vamos de lo cómico a lo desgarrador, de lo romántico a la denuncia, de lo erótico a lo inspirador y de lo real a lo fantástico.
Es alucinante cómo cada situación, hasta la más dura, tiene su canción, su remate en comedia, su interpretación en el mundo de la fantasía, de las ilusiones.
Sí, como su nombre lo indica, ésta es una historia gay. ¡Pero qué cree! Que así como esto combina tonos y géneros, cualquier persona, más allá de su orientación sexual, se puede identificar y divertir.
Aquí está la verdadera aportación de este título. No más contenidos de diversidad sexual vistos como materiales de nicho, como asuntos excluyentes, como productos hechos sólo por y para la comunidad LGBT. ¡La “perdición” es para todos!
Tuve el privilegio de ver los primeros tres capítulos de este caramelo audiovisual y le juro que a ratos me sentí viendo programas como Los años maravillosos y How I Met Your Mother. De este tamaño de material estamos hablando.
Por si todo lo que le estoy diciendo no fuera lo suficientemente relevante, Maricón perdido tiene una ventaja que la hace irresistible para las audiencias latinoamericanas: los referentes culturales.
Es imposible mirar esta historia y no sentirla nuestra, cercana, parecida a muchas cosas que hemos visto o, incluso, que hemos vivido.
¿Cuál es la nota? Que por fin los latinos, cuando hablamos de series de esta naturaleza, ya no vamos a tener que acudir a títulos que se desarrollan en otros lugares, en otros contextos o que incluso están hablados en otros idiomas.
Maricón perdido es una oportunidad de oro para entendernos, para encontrarnos y para conocer a personalidades como Bob Pop, su autor.
Bob Pop es una celebridad en España, un gran crítico de televisión que en esta serie nos cuenta su vida. ¡Y no sabe usted qué vida!
Por supuesto no le voy a contar detalles para no arruinarle la experiencia, pero me queda claro que muchas cosas jamás volverán a ser las mismas después de esta magnífica producción donde cada elemento está cuidado con particular entusiasmo.
Le encargo mucho la música, la moda, la fotografía, pero, sobre todo, las actuaciones. Todos están deliciosos, simple y sencillamente deliciosos.
No pierda tiempo y luche con todas sus fuerzas por gozar ya de Maricón perdido. Le va a encantar. De veras que sí.