Espectáculos

'Amanecer': La nueva telenovela mexicana

A la memoria de Débora Estrella.

¿Se acuerda de cuando hablábamos del nuevo cine mexicano? ¿Cuántas veces lo hicimos? ¿En cuántos contextos? ¿Con qué películas?

Hoy no hay necesidad de hacerlo. El cine mexicano es uno de los mejores del mundo y las audiencias por fin entendieron que la época de oro ni era tan época de oro ni era tan ideológicamente perfecta como nos hicieron creer.

¿Por qué le estoy diciendo esto? Porque llevo un largo rato pensando que existe una nueva telenovela mexicana, con otras narrativas, con otros valores de producción.

Sí, yo sé que, como siempre, mis colegas me van a decir “poco hombre” y “subnormal” en sus “bonitos” programas de radio y que gente con seudónimos insólitos me va a tirar “hate” en las redes sociales.

Pero es verdad. Existe una nueva telenovela mexicana, “Amanecer” es una digna representante de esta tendencia y el día que TelevisaUnivision entienda la mina de oro que tiene en sus manos, las cosas se podrían reposicionar a su favor como nunca en su historia.

Perdón si no me clavo con el espectacular final de viernes del 19 de septiembre con aquella boda espléndida o si no me voy subtrama por subtrama, pero me urge que usted entienda esto.

“Amanecer” es un clásico indiscutible de la telenovela latinoamericana, una obra maestra de la gran Delia Fiallo.

¡Pero qué cree! Al igual que muchas de las mejores películas mexicanas de la época de oro, ideológicamente es una desgracia.

No hay manera de revisar este título y de no concluir que justifica la trata de personas, que promueve el capacitismo, la brujería y, lo peor de todo, los antivalores del patriarcado incluyendo la violencia de género.

Perdón. Se tenía que decir y se dijo. Y no estoy hablando mal ni de Delia Fiallo ni de su obra. Era otro mundo. Eran otras circunstancias. Y por increíble que le suene a las generaciones de hoy, era un melodrama positivo. Luego, si gustan, organizamos una conferencia.

¿Qué hicieron Juan Osorio, su equipo de escritoras y escritores, y todas sus directoras y directores?

Lo mismo que han estado haciendo en teatro los genios que nos están volviendo a contar los mitos que nos nutrieron durante muchas, muchísimas generaciones, a través de títulos como “La niña en el altar”, “Juicio a una zorra” y “Los últimos días de Judas Iscariote”.

Tomaron el clásico y lo actualizaron. Sí, ya sé lo que muchas personas deben estar pensando: ¿No hubiera sido mejor crear una historia nueva, una historia original?

No. Lo original es lo original y merece promoción y respeto pero siempre, absolutamente siempre, hay que volver a los clásicos porque son los que se siguen tomando como referencia para educarnos.

Y si no los actualizamos, llegará un punto en que nos harán daño. Y no se trata de eso.

“Amanecer” hoy es una historia de amor, sí. ¡Felicidades! Pero es algo mejor que eso. Ahora es una historia que cura, que orienta, que ayuda. Como “La rosa de Guadalupe”. Como lo mejor de lo mejor que tenemos en México.

Admiro, y nunca me cansaré de decirlo, todos y cada uno de los capítulos de este melodrama seriado porque mientras los estamos viendo estamos aprendiendo, es como si estuviéramos tomando terapia.

Observe, por favor, con mucho detenimiento todo lo que hay detrás de cada personaje.

Todas y todos tienen un pasado como de psicoanálisis que nos invita a reflexionar sobre nuestro propio pasado.

¿Por qué sufre Alba (Livia Brito)? Porque se siente culpable por la muerte de sus padres.

¿Por qué sufre Leonel (Fernando Colunga)? Porque no pudo ser lo que quería que fuera su padre.

¿Por qué sufre Atocha (Ana Belena)? Porque su padre jamás la amó por ser mujer.

¿Por qué sufre Sebastián (Daniel Elbittar)? Porque su padre se suicidó, porque su padre era un feminicida.

Y yo podría estar aquí todo el día yéndome mujer por mujer, hombre por hombre. Como pocas veces en mi larga carrera, me encuentro el “refrito” de una obra muy pesada transformada en algo muy estudiado, muy propositivo, muy diferente.

Es inevitable que las audiencias gocen de esto, que nunca deja de ser un espectáculo, y que se miren en un espejo que las lleve a pensar en temas como la violencia de género, las adicciones y, lo más valioso de todo, el amor, la verdad y la justicia.

Muchas personas, desde periodistas importantísimas hasta gente muy amable del público me han estado buscando en privado para intercambiar comentarios sobre “Amanecer”.

Es porque aquí está pasando algo que no suele pasar en el mundo de las telenovelas. Es porque aquí tenemos un ejemplo maravilloso de que las cosas también están cambiando en la industria de la televisión mexicana.

Luche con todas sus fuerzas por seguir viendo (o por descubrir) “Amanecer” todas las noches en Las Estrellas, Univision y VIX. Le va a gustar. De veras que sí.


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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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