Espectáculos

Las telenovelas en 2021

¡Pobrecitas mis telenovelas mexicanas, tan lejos de Dios y tan cerca de las series!

2021 fue el peor año en la historia de las telenovelas nacionales. Jamás habíamos visto tan poca producción. Jamás habíamos tenido tan bajos resultados.

Pero no fue por falta de vocación, de talento o de mercado. Es que los melodramas nacionales tuvieron que luchar contra un paquete de desgracias monumentales.

Vamos a decirnos la verdad, las telenovelas mexicanas siempre fueron el formato consentido de la historia.

México podía estar sumergido en las peores crisis económicas, en los más espantosos problemas políticos o incluso en las más devastadoras catástrofes naturales y a las telenovelas nunca les pasaba nada.

Siempre estaban ahí, con las estrellas más famosas, con las producciones más caras, con las historias más inolvidables y con los mejores ratings.

Nuestras telenovelas, desde 1958, jamás habían hecho una pausa hasta que se sintió el impacto del covid-19.

Sí, la pandemia comenzó aquí en 2020, pero fue hasta este año cuando se sintieron los estragos.

Primero, en la cantidad de repeticiones que ocuparon las parrillas de programación de señales tan poderosas como Las Estrellas.

Y segundo, en la disminución del impacto de las pocas producciones que se grabaron en los últimos doce meses.

¿Por qué las repeticiones? Por la pandemia. Se dejó de producir como se producía antes.

En 2021 se tuvo que grabar a otro ritmo, en otras condiciones y bajo esquemas diferentes para evitar contagios, para proteger la vida y la salud de lo más importante que existe en esta industria: la gente.

Evidentemente esto aumentó los costos de todo, impidió que se hicieran la misma cantidad de capítulos a la misma velocidad a la que se hacían antes con los mismos talentos, en las mismas locaciones y con los mismos resultados.

Pero espérese, falta lo peor: ¿cómo le hicieron las televisoras mexicanas para producir telenovelas de estreno si no les entró el dinero que les entraba en otros tiempos?

¿Sí se da cuenta? En 2021 se tuvo que hacer más con menos. ¿Cómo puede una telenovela mexicana, que se hace con menos recursos que antes, triunfar en el contexto internacional contra las telenovelas de otras naciones que, en muchos casos, son más ricas y gozan de apoyos que aquí no existen?

¿Cómo le hace una telenovela mexicana que se hace con menos recursos que antes, insisto, para tener éxito cuando el mercado está lleno de las más caras, espectaculares y publicitadas series de las plataformas globales?

¿Ahora entiende cuando le digo que 2021 fue el peor año en la historia de las telenovelas nacionales?

Hablemos ahora de la disminución en el impacto. Aquí pasó algo que tuvo que ver con los intereses de varias corporaciones, con la cada vez menor cobertura de la prensa especializada, con modas, poses y con muchas cosas peores.

A pesar de que un alto porcentaje de las más exitosas series fueron telenovelas disfrazadas y de que la telenovela tradicional a la mexicana siguió siendo un cañonazo mundial, casi nadie se atrevió a elogiar un melodrama seriado mexicano. Casi nadie.

Qué complicado, ¿verdad? Urge hacer algo porque no nos faltó vocación, talento o mercado. Nos faltaron dignidad, humildad y voluntad. ¿O usted qué opina?


alvaro.cueva@milenio.com

Google news logo
Síguenos en
Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.