“Carême” no es buena. Es excelsa, sublime, “un petit morceau de bonheur” (“un pedacito de felicidad”).
¿De qué le estoy hablando? De la nueva serie de los miércoles de Apple TV+: el mejor contenido que se ha hecho hasta ahora con la comida como protagonista.
Yo, como cualquier suscriptor de esta plataforma, tuve el privilegio de ver la semana pasada el estreno de sus primeros dos episodios y quedé en éxtasis. Jamás había visto algo así.
Ojo: tengo toda la vida viendo todas las películas, todas las series, todas las telenovelas, todas las caricaturas y todos los “reality shows” que he podido sobre comida.
Desde la versión cinematográfica de “Como agua para chocolate” hasta “El festín de Babette” pasando por “Comer, beber, amar”, “Top Chef”, “Me voy a comer el mundo”, “Bake Off”, “Las crónicas del taco” y más, mucho más.
Pero nunca me había encontrado con esto: gastronomía y poder.
Estamos acostumbrados a toda la parte sentimental de los alimentos.
Que si las recetas de la abuela, que si “te cocino por amor”, que si la historia de la chica pobre que se hizo rica cocinando algo novedoso.
Pero nunca nos habíamos enfrentado al papel de la comida en los gobiernos, en las guerras, en las conspiraciones, en la manipulación.
Esto es un hallazgo. Esto es “Carême”, la historia de una persona que cuando mueve la olla puede mover el destino de una nación, el destino de un continente.
Es una serie de acción, de heroísmo, de sexo, de política, de valores familiares, de acontecimientos históricos y de recetas de cocina.
Verla es como ir a una cata. El paladar audiovisual de las audiencias va y viene de lo dulce a lo salado, de lo amargo a lo picante, de lo ácido a lo astringente.
Y luego entran los cocteles, y los destilados, y el vino, y el café.
Al final aquello acaba siendo una orgía de ideas y de emociones. Placer, placer, placer.
Y es que como todos comemos, como todos entendemos el gozo que la comida puede llegar a dar, todos conectamos. ¿Ahora entiende por qué le digo que esta serie es excelsa?
Apple TV+ nos la está vendiendo raro. Nos la vende como una serie francesa. Nos la vende como la historia de un chef de reyes.
¡No! Eso la vuelve distante, elitista. La estoy viendo y no va por ahí. “Carême” es lo que pasa en nuestras mesas. “Carême” es lo que pasa cuando alguien tiene talento y termina enredándose con la gente más rica, con la gente más poderosa.
Yo, por ejemplo, cuando vi lo de la explosión, comenté: “esto no es lo que me dijeron”. Y cuando vi lo del mapa, grité.
Ahora, si usted es parte de este nuevo público que domina filmografías y sabe de cine, créame que “Carême” le va a fascinar.
Todas y todos los que salen ahí son auténticas celebridades en la industria cinematográfica de Francia. Gente premiada y admirada que da para muchos muy buenos comentarios.
A mí lo que me tiene como estúpido son los valores de producción.
Ver comida en cine siempre es hermoso y complicado de lograr, pero verla en la Francia de Napoleón con aquellos derroches sí es algo que no se ve todos los días.
A esto súmele las locaciones de época, el vestuario, las caracterizaciones, la música, la edición, la iluminación, la fotografía.
Estamos ante un espectáculo magistral, ante un auténtico homenaje al cine y a la gastronomía.
Luche con todas sus fuerzas por ver “Carême” en Apple TV+. Todos los miércoles sube un capítulo nuevo. Ahorita hay dos y le juro que le van a gustar. De veras que sí.