La imposición de cuotas compensatorias a todo calzado importado de China a un valor menor a 22.58 dólares (es decir por debajo de 417 pesos) es un duro golpe no solo para los comerciantes de estos productos, también para los 38.5 millones de mexicanos que viven en pobreza y que se les dificulta tener acceso a un calzado de calidad y a precio bajo.
De acuerdo con especialistas y comerciantes consultados por MILENIO hay productos que difícilmente llegan a 10 dólares debido a la naturaleza de su manufactura.
Un ejemplo son las sandalias, que por su costo de producción puede ser de 7 dólares su importación por pieza, por lo cual tendría un incremento muy pronunciado en su precio al consumidor de manera artificial, pasando de 129 a 417 pesos, solo por el impuesto, es decir 3.2 veces más cara.
María Elena Jarquín Sánchez, experta del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, explicó que mientras en los años ochenta se adquirían tres pares de zapatos por persona al año, actualmente apenas se compra uno debido a la gran pérdida del poder adquisitivo y que aún no se recupera pese al aumento en los salarios.
“Las marcas reconocidas podrían subir sus precios hasta mil pesos, pero el impacto será mayor en el mercado popular, donde los productos accesibles dejarán de serlo”, advirtió.
Esto ya se nota con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de septiembre, considerando que las cuotas compensatorias empezaron a aplicarse en agosto de este año.
De acuerdo con la información recabada por el instituto, el precio promedio de un par de sandalias en el país ronda 597 pesos, casi 6 por ciento más que el año pasado, porcentaje mayor a la inflación general de ese mes de 3.76 por ciento.
Incluso el calzado para caballero reportó un costo promedio de mil 329 pesos, 8.2 por ciento por encima que en 2024.
Cabe destacar que la producción nacional cubre alrededor de 77 por ciento del mercado local, por lo que hay 23 por ciento que se completa con producto importado y que es necesario para cubrir las necesidades del país.
Gonzalo Gallegos, director de finanzas de El Puerto de Liverpool, reveló en llamada con inversionistas que su marca Suburbia será la que reflejará el impacto de esta medida.
“Exploramos todas las opciones, esperando ver qué aprueba finalmente el Congreso para decidir ajustes en precios”, dijo.
Incluso aclaró que importan directamente alrededor de 15 por ciento del inventario (total, no solo calzado), y 80 por ciento de esa cifra proviene de Asia.
“Si se incluyen los productos que los proveedores importan y nos venden desde sus filiales mexicanas, eso representa entre 40 y 50 por ciento del total del inventario. Así que los impuestos podrían generar un aumento de costos”.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), a pesar de que las prácticas en China, dónde el gobierno apoya a sus industrias para producir con el menor costo posible para recibir mayor ingreso, son consideradas desleales, la imposición de aranceles y cuotas sin una estrategia para mantener el acceso al calzado para clases vulnerables se vuelve dañino.
“Pretender que una cuota será suficiente para contrarrestar esas prácticas es ingenuo. Los impuestos repercutirán en los precios que enfrentarán los consumidores” dijo en un reporte sobre la imposición de aranceles a otras naciones.
Producción nacional
Aun cuando Guanajuato concentra 70 por ciento de la producción, y el resto es por Jalisco y el Valle de México, estos apenas producen 230 millones de pares para el mercado nacional.
Esto deja un hueco de 70 millones de pares que se cubren con productos importados, normalmente para clases vulnerables, de acuerdo con información del Tec de Monterrey, con cifras del Inegi y la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (Ciceg)
Elena Jarquín dijo que hay productores que señalan que, a pesar de que hay posibilidad de incrementar la capacidad de producción en México, los altos costos de materias primas como el cuero, así como la falta de mano de obra para cubrir la demanda creciente, pues hacen que sea difícil que los zapateros del país bajen sus precios al consumidor.
También advierte que la política gubernamental enfocada en exportaciones desalentó la manufactura para el mercado interno, esto afecta principalmente a pequeñas empresas y talleres artesanales, provocando un descenso en la calidad y cantidad de calzado pensado para los mexicanos.
Piratería a la vista
Comerciantes consultados por MILENIO advirtieron que el alza en los precios podría incentivar el contrabando y la venta de productos pirata, que ya representa cerca de 30 por ciento del mercado.
Por eso los expertos dicen que no solo se trata del encarecimiento del calzado legal, sino también del impulso al mercado ilegal.
Al ser más económicos, los productos falsos se vuelven más atractivos para los consumidores, fomentando la informalidad.
“A mayor regularización, se vuelve más atractivo el mercado ilegal”, dijo uno que pidió ser anónimo.
Cabe destacar que, durante el primer cuatrimestre de 2025, ingresaron 82.79 millones de pares, entre legales e ilegales, lo que representa un incremento del 14 por ciento respecto a 2024.
La importación total del año anterior alcanzó 185 millones de pares, lo que evidencia la magnitud del mercado y la presión sobre los precios.
“Barrios como Tepito, antes reconocidos por su calzado económico y de calidad, ven cómo la venta de actividades informales en el calzado desplaza a la producción local”, explicó Jarquín.
Por ello en su última encuesta de la consultora de Ulises, Beltrán y Asociados, encontró que 33 por ciento de los hogares reveló que compró tenis o zapatos clones o piratas, destacando que es de los productos donde se tiene menor temor en aceptar su origen.
Incluso reveló que esto se concentra más en el sur y occidente del país, zonas donde también se concentra el mayor número de pobres como Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
AKMD