El jueves estará en México una delegación estadunidense integrada por el secretario de Estado, Antony Blinken; el de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y el fiscal general, Merrick Garland.
Acuden a celebrar el Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad entre nuestro país y el suyo.
En medio de un cada vez más acelerado debate por los tiempos electorales, ayer por lo pronto Estados Unidos aseguró que quiere ver más capturas de narcotraficantes y más laboratorios de fentanilo desmantelados por parte de México.
Así el propio gobierno de Biden sigue apuntando al fentanilo como la causa número uno de muertes entre los jóvenes estadunidenses.
Ayer sostuve una conversación con Aldo Fasci Zuazua sobre un libro que dentro de unos días saldrá a la luz pública, donde habla precisamente del panorama actual, aunque el ex funcionario de seguridad en las etapas más duras de la delincuencia en nuestro país sostiene que salvo el fentanilo, el discurso es el mismo desde hace 60 años.
“Que México es el proveedor, lleno de cárteles violentos, dice ellos, y nosotros decimos que ellos son los mayores consumidores del mundo y que no controlan un montón sus fronteras. Y no salimos de ahí”, sostiene Fasci.
“Lo que falta de este año, y por lo menos la mitad del que sigue, va a seguir siendo tema porque hay elecciones allá y nos van a agarrar de piñata”, agrega.
Desde su punto de vista, el discurso está muy gastado: “Siempre se dice que Estados Unidos pone las armas, que de ahí viene la mayoría que hoy sirven para que operen los cárteles; pero no es exacto, la ONU es la que dice que pasan por allá, pero no son necesariamente americanas.
“Todos los días vemos las famosas cuernos de chivo, esas son rusas, y son la mayoría, y hay muchas europeas de Europa del Este, y la fabricación no es de Estados Unidos necesariamente”.
Estoy de acuerdo, pero también nosotros necesitamos para ayudar.
Entonces, si nos concentramos en algo tan sencillo como los flujos de armas no americanas, se baja la violencia tremendamente, diría yo, sería más correcto. Y eso nos ayudaría a ambos países.
México no es enemigo de Estados Unidos, es su socio. Estados Unidos debe conocer las rutas, y debe conocer quiénes son los que facilitan el que todo pase enfrente y nadie se dé cuenta. Veremos si arreglan algo el jueves.