No cabe duda que somos un país con mucha riqueza histórica, cultural y humana.
Hemos heredado mucho de nuestros ancestros, pero también existe una “herencia maldita” que nos cobra caro hasta nuestros días: la diabetes.
Hoy México enfrenta una grave problemática de diabetes, con una prevalencia que afecta entre el 15 y 20 por ciento de la población, lo que significa que dos de cada 10 adultos mexicanos padecen esta enfermedad.
A nivel global, más de 500 millones de personas viven con diabetes y aunque un problema comparable lo vive Estados Unidos, nuestro servicio de salud pública no está listo para un incremento de casos.
Ayer conversé con el endocrinólogo René Rodríguez en torno al Día Mundial contra la Diabetes, y apuntó que un factor determinante es la relación entre diabetes y obesidad.
En México, el 80 por ciento de la población tiene sobrepeso u obesidad, condición presente en prácticamente todos los pacientes con diabetes tipo 2.
El doctor René Rodríguez, miembro de la Academia Nacional de Medicina, advierte que aproximadamente la mitad de quienes padecen diabetes no lo saben, ya que la enfermedad puede no presentar síntomas hasta que aparecen complicaciones graves como la ceguera, amputaciones, fallas renales, infartos o eventos vasculares cerebrales.
Los factores genéticos influyen significativamente, con más del 50 por ciento de pacientes teniendo antecedentes familiares. Sin embargo, los hábitos son determinantes: una alimentación adecuada, actividad física regular y mantener un peso saludable pueden prevenir o controlar la enfermedad.
Para la detección temprana se recomienda que adultos mayores de 30 y 35 años se realicen pruebas de glucosa en ayunas.
La diferencia puede ser el diagnóstico oportuno, tratamiento adecuado y buenos hábitos; en muchos casos los pacientes pueden llevar una vida normal e incluso mejor que antes del diagnóstico, reduciendo significativamente el riesgo de complicaciones graves.
Sí podemos con la diabetes si nos acercamos a los que saben y mejoramos nuestros hábitos a tiempo.