Actualmente, el cáncer de mama es una de las principales enfermedades que perjudica a las mujeres que viven en países desarrollados y en vías de desarrollo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad es considerada como la más común en el mundo. De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social, en México este padecimiento es el que causa más muertes, falleciendo una mujer cada dos horas.
Hoy en día se cuenta con un conocimiento bajo sobre las causas del cáncer de mama, por lo que uno de los pasos clave para disminuir la morbilidad causada por un tumor maligno en los senos es la detección precoz. En este ámbito, diversas organizaciones de la salud tanto nacionales como internacionales llevan a cabo campañas de concientización y sensibilización para la detección temprana de este padecimiento.
Gracias al avance tecnológico, existen varios métodos y técnicas para la detección oportuna de una alteración en la fisionomía de las mama, entre estas, se encuentran la autoexploración, la mamografía, el ultrasonido mamario, la tomografía por emisión de positrones y la biopsia, mediante las cuales es posible analizar y estudiar la fisionomía, el sistema vascular, la estructura celular y la actividad metabólica del organismo. De manera adicional, entre estas técnicas se encuentra un método conocido como termografía infrarroja del seno, siendo un método complementario a las anteriores.
La interpretación de las imágenes obtenidas a través de la mamografía es una tarea realizada de forma repetitiva por los especialistas, e involucra signos sutiles y sufre una alta tasa de falsos negativos y falsos positivos. A partir de esto, entre el 10 y el 30 por ciento de las mujeres con cáncer de mama son diagnosticadas falsamente como libres de la enfermedad con base en las mamografías. Solo del 10 al 20 por ciento de las masas remitidas para biopsia son en realidad malignas.
Anteriormente, la temperatura del cuerpo humano ha sido usada como un indicador en el diagnóstico de enfermedades. Con los avances en la tecnología infrarroja, los métodos de procesamiento de imágenes y, sobre todo el conocimiento basado en la fisiopatología de los termogramas, la detección infrarroja a demostrado ser lo suficientemente madura para ser empleada como un complemento clínico.
La termografía infrarroja utiliza cámaras ultrasensibles que miden los cambios en la temperatura corporal de las personas, y a partir de esta información, se obtienen imágenes con la distribución de temperaturas de la zona del cuerpo a analizar. Además, esta técnica ofrece algunas ventajas, siendo la adquisición de imágenes sin contacto, sin ningún tipo de compresión o radiación ionizante, de igual forma es útil para las mujeres de todas las edades y dado que solo se mide el calor corporal, esto permite tomar imágenes de forma repetida para comparar a lo largo del tiempo. Es especialmente valiosa durante las primeras etapas del crecimiento de un tumor y que aún no es reconocible por la mamografía, ya que la termografía es una prueba fisiológica mientras que la mamografía es anatómica. A menudo, los cambios fisiológicos preceden a los cambios anatómicos.
Las investigaciones actuales han demostrado que la termografía infrarroja es útil para detectar anomalías y cambios térmicos en las mamas. Es por eso que en la Universidad Politécnica de Tulancingo (UPT), estudiantes y profesores de la maestría en Computación Óptica y el doctorado en Optomecatrónica, participan activamente en la investigación y diseño de nuevos métodos para la detección temprana del cáncer de mama. Esto, mediante el análisis y procesamiento de bases de datos de imágenes térmicas infrarrojas de pacientes con un diagnóstico previo realizado por un médico especialista. Además, se emplean técnicas y algoritmos computacionales para la extracción de parámetros fisiológicos, caracterización y clasificación de los termogramas mamarios. Una vez que el termograma es clasificado como sano o enfermo, este resultado ayudará al especialista médico en la determinación y elección del diagnóstico o tratamiento mejor.
Raúl Castro Ortega
Profesor de tiempo completo de la UPT