De acuerdo con las Naciones Unidas, la violencia contra las mujeres se puede entender como todo acto de violencia basado en la pertenencia al género femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, mediante las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública como en la vida privada.
Al respecto, el Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social refiere que seis de cada diez mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia; 28% de ellas tienen entre 21 y 30 años y, 18% entre 11 y 20 años; 43% son originarias del Estado de México, 15% de la Ciudad de México, 10% de otros estados y, del resto se desconoce su origen.
El problema de la violencia se ha generalizado en muchos lugares del mundo, pero sin lugar a dudas, nuestro país tiene uno de los lugares más representativos en cuanto a este problema social; particularmente, el Estado de México atraviesa una crisis en materia de seguridad, puesto que ocupa el segundo lugar a nivel nacional de mujeres mayores de 15 años que han sufrido violencia comunitaria.
En razón de lo anterior, el 31 de julio de 2015, la Secretaría de Gobernación -a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia de Género contra las Mujeres- emitió la Declaratoria de Procedencia a la solicitud de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres para el Estado de México.
En dicho documento se hace referencia a las medidas de seguridad, de prevención y de justicia que el gobierno mexiquense debe atender; el cumplimiento de estas líneas de acción sin lugar a dudas es fundamental, no obstante, igual o más importante resulta que todas las personas hagan conciencia y se sensibilicen ante un problema, cuya víctima puede ser su madre, amiga, hija, o ellas mismas.
La violencia misma y la justicia por propia mano tampoco son la solución, pues éstas siempre generarán más violencia y alimentarán el odio social. Se debe recuperar la confianza en nuestra comunidad, en nuestros servidores públicos y en cualquier ciudadano. Hoy más que nunca se debe sumar esfuerzos y trabajar unidos.
El escenario para todas las mujeres que viven en el Estado de México se torna cada vez más complejo, salen con miedo de sus casas y regresan igual. Por eso, hoy se hace un llamado a todas las personas a que denuncien cualquier acto de violencia en contra de niñas y mujeres mexiquenses, para no permanecer ajenas ante un problema grave que afecta a todos como sociedad.