Política

Isabel II y Gorbachov: cuando la memoria es selectiva

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Y como es costumbre, en esta era de la información, libertad de expresión y deconstrucción –cualquier cosa que todo esto signifique y sea acomodaticio señalar–, las muertes de la reina Isabel y Mijail Gorbachov fueron el momento para que las comunidades del ciberespacio dieran rienda a posiciones políticas más allá de la oportunidad de externar tristeza o luto ante sus partidas.

Otros tantos aprovecharon para declarar el fin de una era que ya no nos representa, dirían muchos. Y para exaltar en la memoria a otros, recordando solo los hechos que convienen.

En la era de las hogueras digitales –donde todo parece almacenarse pero en realidad solo es aquello que conviene al momento–, la indignación, el dolor y los actos heroicos son selectivos.

Y aquí es donde los ecos de los bandos progresistas parecer resonar. Ante la muerte de la soberana más longeva en el poder no faltaron en las redes las siempre oportunas denuncias sobre las atrocidades del imperialismo británico –particularmente el colonialismo en África– y la eterna discusión sobre la pertinencia de que en pleno siglo XXI sigan existiendo monarquías. En cambio, ante la muerte de Gorbachov, se recordaba al “hombre progresista” al héroe que tumbó la cortina de hierro (como si el bloque soviético no tuviese las horas contadas ya con el fin del siglo XX) y a quien Occidente consideró como el gran aliado al grado de que fuera premiado con el Nobel de la Paz.

No obstante, vale la pena revisar los señalamientos a las figuras del pasado a partir de datos aislados.

En el caso de Isabel, si bien partidos de izquierda sudafricanos como el Economic Freedom Fighters recordaron que su reinado fue “una institución construida, sostenida y viviendo de un legado brutal de deshumanización de millones de personas en todo el mundo”, por lo cual no lamentaron su muerte, esto solo es parcialmente cierto. “Su forma de reinar sin intromisiones en la vida política le ha permitido ejercer como jefa de Estado y en estos países también está la impresión de que supo estar en su lugar. Muchos asocian las políticas coloniales al gobierno y no a su figura”, dijo Justo Bokelia, especialista en sociedades africanas (RTV.ES).

En el caso de Gorbachov, tampoco se debe olvidar que ese héroe de la democracia, si estuvo en el poder, fue gracias al sistema soviético donde no se llegaba por el voto ni por acuerdos democráticos. El emanó precisamente de esa opresión política con la cual ahora lo antagonizamos. Asimismo, si bien fue eficaz en aplicar políticas que luchaban contra aquello que representaba el control dictatorial, no tuvo la misma eficacia en instaurar nuevas instituciones viables, quedando la ex URSS sumida en la misma crisis que tenía, pues solo la terminó pero no dio las pautas para resurgir.

Sería interesante que entendiésemos que los datos existen, que la historia no se basa en percepciones ni en correcciones políticas sino en hechos concretos y no en cancelaciones progres.

Por Sarai Aguilar Arriozola

@saraiarriozola

*Doctora en Educación, Máster en Artes con especialidad en difusión cultural.

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Sarai Aguilar Arriozola
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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