Llegó la fecha de conmemorar el arribo de las familias tlaxcaltecas al valle del Saltillo, 13 de septiembre, y con ello revalorar su presencia en la construcción de la cultura novohispana en el norte y especialmente en lo que hoy es Coahuila.
En 1591 fueron traídas al norte 400 familias para fundar pueblos para estabilizar la frontera chichimeca; fundaron pueblos en San Luis, hoy capital, Venado, Colotlán entre otros; la mayoría perdió su esencia tlaxcalteca cosa que no sucedió en San Esteban de la Nueva Tlaxcala pueblo que mantuvo vigente su cultura desarrollando sistemas sociales, jurídicos y políticos para salvaguardarla.
Su fundamento fueron las Capitulaciones, contrato signado entre el Virrey y el Cabildo de Tlaxcala; donde plasmaron la experiencia que 70 años de convivencia con los españoles les había dictado siendo fundamentales para su desarrollo en tierras norteñas. San Esteban se constituyó en núcleo del cual salieron familias a fundar otros pueblos en el actual territorio de Coahuila y Nuevo León teniendo como alter las misiones franciscanas: Cuatrociénegas, Nadadores, San Buena Ventura, Candela, San Francisco (Monclova), Parras, Viesca; también en Guadalupe y Bustamante, Nuevo León.
La sinergia tenida con la Villa del Saltillo, llena de conflictos por las tierras y el agua y atentados contra sus prácticas religiosas teñidas de usos indígenas fue tejiendo la cultura saltillera y coahuilense si consideramos los intercambios en los pueblos antes citados. El área de mayor influencia fue la práctica agrícola, pues los de San Esteban ganaron fama por sus obras de ingeniería del agua y técnicas agrícolas que llegaron hasta Santa Fe; expertos cultivadores de frutales y hacedores de conservas, ejercicios culinarios que todavía persisten en los habitantes de hoy, como los dulces de leche, cajetas y el pan de pulque.
Pese a que en Saltillo hay buen número de testamentos en náhuatl, lengua que se hablaba todavía en los años 50´s en Saltillo; no ha sobrevivido su uso. Se ha especulado que voces usadas aquí, como moyote (zancudo) y asquel (hormiga), tienen su origen en la presencia tlaxcalteca; esto es poco probable porque en los otros lugares donde vivieron los tlaxcaltecas estas voces no se usan, así debieron llegar quizá con las personas que arribaron del sur en las épocas de la pizca del algodón.
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