Los gobiernos republicanos sufrieron penurias en sus finanzas públicas, tuvieron fuertes dificultades para echar a andar la economía, porque había muchas propiedades muebles e inmuebles en manos de la Iglesia entre ellas haciendas y ranchos que estaban amortizados, consideradas "manos muertas" porque no se trabajaban ni generaban riqueza para el país. la Iglesia era dueña de gran parte del país. Se había hecho de muchas propiedades con la estrategia de convencer a los moribundos que heredaran sus propiedades a cambio de ir al cielo, de asegurar misas etc. etc.
Ya los borbones habían intentado detener el poder de la iglesia en perjuicio de la corona, esta situación se heredó perjudicando al estado mexicano naciente al no tener fuentes de ingreso por falta de inversiones y producción agrícola e industrial.
Los republicanos juaristas ya habían aplicado la "Ley de Desamortización de Bienes de Manos Muertas", también ley decretada en México el 25 de junio de 1856 con el objetivo de liberar los bienes raíces que estaban en poder de corporaciones civiles y religiosas permitiendo su venta a particulares para fomentar la economía y los ingresos fiscales. Pero no dio los resultados esperados.
Así Benito Juárez promulgó la Ley de Nacionalización de Bienes Eclesiásticos el 12 de julio de 1859. Esta ley decretó que las propiedades pertenecientes a la Iglesia Católica pasarían a ser propiedad del Estado mexicano a fin de fortalecerlo y limitar el poder de la Iglesia. Incluyó no solo las iglesias, conventos y hospitales de los religiosos, sino todas las propiedades adquiridas por donación de los feligreses.
La ley transfirió todas las propiedades de la Iglesia al Estado. Esta nacionalización de los bienes eclesiásticos permitió financiar las arcas del gobierno y para realizar proyectos públicos como la construcción de escuelas y hospitales. Algunos de los bienes fueron destinados a la creación de bibliotecas públicas, universidades y otras instituciones educativas. fue una de las leyes más importantes de las Leyes de Reforma, que impulsaron cambios sociales y políticos en México de los que ahora gozamos.
Celebramos 166 años de su promulgación, los resultados han sido cuestionados porque dieron pie a nuevas fortunas que florecieron durante el porfiriato