La educación es el mayor problema que tendrá México a partir de 2024 si el nearshoring (relocalización de empresas) se lleva a cabo como han prometido los inversionistas, y es que no existen los suficientes profesionales que puedan crear productos terminados, energía, minería, construcción o manufactura. Estos sectores no necesitan más individuos que aporten solo seguir procedimientos o procesos, ahora es necesario que piensen en cómo mejorarlos adaptando o utilizando la tecnología.
Entre más gente exista en estos sectores mayor demanda de servicios requerirían, mismos que deberán ser cubiertos por el sector terciario y al haber más demanda, el sector primario deberá cubrir las necesidades de alimentos para la PEA.
Uno de los principales problemas en cada país es cuánto destinan por alumno en forma anualizada para la educación en primaria/secundaria. Según datos del más reciente informe del Centro Nacional de Estadísticas Educativas, Luxemburgo tiene el gasto más alto en educación por estudiante equivalente a tiempo completo de alrededor de 570 mil pesos, Estados Unidos lo tiene en 340 mil, Canadá 280 mil y México apenas de 65 mil. Las naciones han comprendido que la inversión debe ser de mayor proporción en este nivel de educación para las personas.
Actualmente en México existen 18.8 millones de personas en primaria y secundaria. Pero hay 18.3 millones que no tienen acceso a estudiar en un nivel bachillerato o superior. Aquellas que terminan hasta la secundaria son muchas, y no pueden continuar sus estudios ante la constante reducción en la cantidad de ingresos que se perciben por familia. De qué sirve tener mucha población con conocimiento básico.
En México, el gasto que se realiza en educación referente al Gasto Programado del Sector Público hasta 2018, representaba alrededor de 18 por ciento del total y en 2023 ha tenido una contracción de 3 por ciento. Esto significa que la educación no está siendo la prioridad. Recordemos que del total de matriculados, 90 por ciento están bajo la tutela de la educación pública.
Existen alrededor de 61 millones de personas en México que pueden tener acceso a la educación, pero solo 54 por ciento está en las aulas, por lo que en el mediano y largo plazo, tendremos desventajas entre ellos, además, ante el incremento de inversiones por el nearshoring ciertas plazas deberán ser cubiertas por extranjeros.
Revisando la matrícula en México de 2010 a 2023 podemos observar, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que solo ha crecido 0.94 por ciento y el gasto en educación 81 por ciento. La primera pregunta que hay que hacer es, si se han aumentado los recursos a la educación, ¿por qué no ha aumentado la matrícula?, la población ha crecido 15 por ciento en este periodo, lo que significa que entre 10 y 14 por ciento de los nuevos nacidos, no tendrán acceso a educación.
En el periodo evaluado en los últimos 13 años, la matrícula en primaria ha descendido 5 por ciento, pasando de 14.79 a 13.34 millones. El descenso mayor ha sido en el ciclo escolar 2015/2016. Este efecto alcanzará al nivel secundaria en el mediano plazo, y en el largo tendremos menores personas en bachillerato y por ende en superior, estos dos últimos han crecido apenas 3 por ciento.
La realidad del corto plazo: Tendremos un mayor número de población económicamente activa (PEA) ante el incremento de ciertas inversiones que habrá en el sector secundario. Esto significa que necesitamos un mayor número de personas que no solo terminen la secundaria o bachillerato. Para que se les asegure un salario digno debemos tener técnicos o profesionales especializados para reforzar a ese sector. En el caso de no hacerlo y de acuerdo con los datos observados, tendremos un mayor número de gente que puede venir de otras naciones y tener mejores salarios, aun si un mexicano tuviera el mismo puesto.
Además de esto,vemos que hay un número mayor de alumnos que no son matriculados, esto derivado del fenómeno que está teniendo lugar, donde las familias no tienen la misma cantidad de ingresos en el hogar. Lo anterior ocurre por dos variables que están arraigadas en los últimos años, los salarios no han aumentado en el número de veces por día, (considerando al salario mínimo como referencia), y los miembros de las familias son contratados con menor salario.
Estas dos variables están confirmadas, ya que del total de la PEA de 2018 que sumaba 8.59 millones de personas que ganaban un salario mínimo, hoy son alrededor de 19.12 millones. Además dentro de los inscritos al seguro social de cada 10, entre 6 y 7 ganan hasta dos salarios. Este cambio significa para los que están en secundaria o bachillerato que deben dejar de estudiar para poder trabajar e ingresar mayores recursos a la casa. A esto adicionalmente tenemos la salida de miembros de la familia para migrar a otros países, principalmente a Estados Unidos; mientras el migrante consigue adaptación, alguno de los que aún están en la familia deberá dejar de estudiar y por lo regular son los que están en bachillerato.
Debemos ser justos, la gente no puede tener mejor conocimiento si no tiene el dinero para apoyar a sus hijos para que estudien y tengan un mejor beneficio y aunque hoy dependen de la educación pública, al parecer esta no es tan eficaz. La realidad, para los pocos que tienen la oportunidad de tener una educación superior es que muchos deciden migrar fuera de México, debido a que no existe un salario adecuado para tener un beneficio económico para su hogar y recuperar la inversión hecha, sobre todo aquellos que deciden invertir en la privada.