Política

La usura

Usura significa, generalmente hablando, el cobro de un interés excesivo por un préstamo, un abuso de parte de alguien que se aprovecha de las necesidades de quien necesita una suma de dinero por diversas circunstancias. La dificultad lógicamente está en responder los límites entre lo excesivo y lo adecuado para calificar de usura un determinado interés. En otros tiempos hubo quienes consideraban injusto cualquier interés, porque se apoyaban en presupuestos económicos que no parecerían muy precisos, especialmente desde las perspectivas actuales.

En el ámbito cristiano, hubo autores relevantes que, precisamente, consideraban ilícito cualquier interés. Aunque hoy no se ven las cosas de esa manera, debido a las transformaciones de las realidades y las ciencias económicas, no deja de ser interesante la perspectiva que adoptaban, en cuanto que manifestaba una preocupación por salvaguardar la justicia y, sobre todo, la protección de quienes pudieran ser más vulnerables en este campo.

Gregorio de Nisa decía, hablando de un pobre y dirigiéndose a un hipotético usurero: “Por tu pobreza te suplica y te espera a la puerta de tu casa, carece de lo más necesario y busca un refugio en tu riqueza para remediar su indigencia. Pero tu haces lo contrario de lo que deberías hacer: habrías debido ser su aliado y te conviertes en su enemigo”. Como se ve, la preocupación del niseno reside en salvaguardar la dignidad de las personas, sobre todo de los pobres.

Hoy en día la enseñanza eclesial básica sobre el tema se halla en el “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia”, que en el n. 341, aclara y completa la del “Catecismo de la Iglesia Católica” diciendo: “Si en la actividad económica y financiera la búsqueda de un justo beneficio es aceptable, el recurso a la usura está moralmente condenado: ‘Los traficantes cuyas prácticas usurarias y mercantiles provocan el hambre y la muerte de sus hermanos los hombres, cometen indirectamente un homicidio. Este les es imputable’. Esta condena se extiende también a las relaciones económicas internacionales, especialmente en lo que se refiere a la situación de los países menos desarrollados, a los que no se pueden aplicar ‘sistemas financieros abusivos, si no usurarios’. El Magisterio reciente ha usado palabras fuertes y claras a propósito de esta práctica todavía dramáticamente difundida: ‘La usura, delito que también en nuestros días es una infame realidad, capaz de estrangular la vida de muchas personas’”.


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Pedro Miguel Funes Díaz
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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